Amateur
Igor Merino: «Lo primero es aprender y formarse»
El del Naturgas brilló en Bidasoa, pero una caída le relegó en la clasificación.
Unai IRARAGORRI
Igor Merino (Naturgas) fue uno de los grandes protagonistas de la reciente Vuelta al Bidasoa. Tercero hasta el último día, una caída en el descenso de Erlaitz le impidió terminar entre los diez primeros y acabar como el mejor vasco. Pese a todo, su balance es positivo y piensa continuar la misma línea de trabajo.
Al ciclista de Balmaseda, de tercer año, le tocó descanso ayer. En Berriatua y Natxitua acusó los esfuerzos acumulados y sufrió problemas musculares.
Sí que fue muy protagonista en Bidasoa, 11º al final, después de rozar el podio y pelearse y perseguir a los corredores rusos. «El balance es bastante bueno hasta la caída del último día en Erlaitz, a cinco kilómetros de meta, perdí tiempo y unas cuantas plazas. Pienso que podía haber acabado cuarto o quinto y mejor vasco. La mala leche ya se me ha pasado y hago una lectura positiva», destaca. «En la penúltima etapa, en San Marcial, fue mi mejor día, tercero, pero el último día fue imposible seguirles», añade.
Merino reconoce la superioridad y la precocidad de los ciclistas del Lokomotiv. Están en otro mundo», sostiene. Y no es crítico con que participen tanto en pruebas profesionales -algunos venían de correr la Vuelta a Asturias- como en amateurs. «Tienen esa posibilidad y lo hacen, en Asturias también estuvo la selección española», señala.
En categoría sub 23 debutó con el Koplad-Uni2 y el año pasado recaló en el Naturgas Energía de la Fundación Euskadi. «Es un equipo de formación por encima de todo. Yo creo que hago las cosas bien. Lo primero es aprender y formarse como ciclista, aunque también me gusta ganar y espero hacerlo».
Sus próximos objetivos son los Campeonatos de Euskadi y de España contrarreloj. El Campeonato de Euskadi en línea y la Vuelta a Madrid también están apuntados en su agenda.
Su nombre suena para dar el salto al Orbea continental. «Es el sueño de todos los que estamos en el equipo y de todos, ser profesional algún día. No me meto presión porque con ello no vas a conseguir nada más. Pienso en seguir como hasta ahora, trabajar y darlo todo». Así espera seguir los pasos de su rival en juveniles y compañero el año pasado Pello Bilbao.
Normalmente entrena en Las Encartaciones, Balmaseda, Sodupe, Karrantza, y no para de subir altos, Beci, Abellaneda, San Cosme, La Granja... «Es raro encontrar un tramo llano, tengo una gran variedad; siempre tengo que subir algo», bromea. No suele entrenar con su hermana Eider, una de las promesas vascas del ciclismo femenino vasco, ya que su preparación es lógicamente diferente.