Cerdeña mostró su oposición a la presencia de centrales nucleares y instalaciones para el almacenamiento de residuos radiactivos mediante un referéndum celebrado ayer en la región. Fue la primera consulta organizada tras el terremoto y el consiguiente tsunami del 11 de marzo de Japón, que dejó fuera de control la planta de Fukushima, donde aún continúan con las labores de contención.

El llamamiento para el referéndum lo hizo el partido independentista Sardigna Natzione antes de que ocurriera el mencionado desastre, pero ha servido, según mencionan fuentes de ese partido, para aunar fuerzas en favor de las proclamas anti-nucleares, ya que se han sumado al llamamiento para la participación activa tanto diferentes sensibilidades políticas como el propio presidente de la región, Ugo Cappellacci.

La de Cerdeña no ha sido, sin embargo, nada más que un acercamiento a la consulta nacional que se celebrará en Italia entre el 12 y el 13 de junio, dado que su carácter no es vinculante. Aunque en el caso sardo, la participación ha sido mul alta, la consulta en todo el Estado debe superar una participación mínima del 50%.