El Juzgado de lo Social numero 8 de Bilbo vio ayer la reclamación de «daños y perjuicios» por el mesotelioma pleural desarrollado por Juan Francisco García Batán en la empresa Echevarría de Basauri, en la actualidad Sidenor. Según explicó la abogada defensora, «el trabajador ocupó su puesto en el horno donde utilizó mantas de amianto para tapar los agujeros que se iban haciendo en el uso del horno». Ese amianto llegaba en rollos y el trabajador los partía con las manos. Luego pasó al tren de laminación, donde se encargaba de arrastrar las barras de hierro incandescentes.

«Con el fin de protegerse del calor, se instalaron en el lugar donde se encontraba Juan Francisco García unas chapas revestidas de amianto». En la vista de la demanda, los abogados de la empresa llevaron a varios testigos que no reconocieron la existencia del amianto, aunque todos ellos, como dijo la abogada del afectado, «no coincidieron con el trabajador». Alguno de ellos, incluso, dijo que no existía amianto en el tren de laminación, aunque en algunas sentencias anteriores se ha reconocido que se utilizaba el material cancerígeno como un elemento para aislar el excesivo calor de esa zona de trabajo.

En diferentes juicios y sentencias ha quedado probado que en Sidenor no se aplicaron las medidas adecuadas para hacer frente al mineral cancerígeno, ni los reconocimientos médicos específicos.