EL DIRECTOR DEL FMI, ENCARCELADO
La juez niega la fianza a Strauss-Kahn, acusado de siete delitos sexuales
La juez del tribunal penal de Manhattan denegó ayer al director del FMI, Dominique Strauss Kahn, la petición de libertad bajo una fianza de un millón de dólares, alegando el elevado riesgo de fuga, y estableció la primera vista del juicio para el próximo viernes. Strauss-Kahn se enfrenta a una petición de varias décadas de cárcel por siete delitos, entre los que se encuentra el de intento de violación, y que ayer negó ante el tribunal.
GARA | NUEVA YORK
Una juez de Nueva York ordenó ayer el encarcelamiento del director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, y rechazó dejarlo en libertad con una fianza de un millón de dólares, como había pedido su defensa.
El director del FMI compareció ante el tribunal penal de Manhattan, con traje oscuro, camisa clara y aspecto cansado y abatido para responder de las acusaciones de un delito sexual contra una empleada del hotel de Manhattan en el que se alojaba. La juez Melissa Jackson mencionó el riesgo de fuga de Strauss-Kahn, quien fue detenido el sábado a bordo de un avión de Air France cuando se disponía a abandonar el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
La defensa del director del FMI había pedido una fianza de un millón de dólares para obtener su puesta en libertad, ofreciendo el compromiso de Strauss Kahn de residir en Nueva York con su hija.
La juez fijó la próxima comparecencia del director del FMI para el próximo viernes, según confirmó la Fiscalía.
Strauss-Kahn se enfrenta a siete cargos de acusación a raíz de las acusaciones de una señora de la limpieza de 32 años, empleada en un hotel Sofitel de Nueva York.
En concreto, se le acusa de dos cargos de acto sexual criminal en primer grado -término empleado para los casos de sexo oral-, intento de violación en primer grado, abuso sexual en primer grado, encarcelamiento ilegal en segundo grado, abuso sexual en tercer grado y tocamientos forzados. En estos tres últimos delitos cabe la posibilidad de tomar muestras de ADN. Según el relato que se hace de lo ocurrido el sábado en la suite de Strauss-Kahn, éste obligó por la fuerza a la empleada del hotel a mantener sexo oral con él además de intentar mantener relaciones sexuales y de someterla a tocamientos de sus partes íntimas sin su consentimiento, «para satisfacer su propio deseo sexual», según el documento. Asimismo, se aclara que el director del FMI «cerro la puerta e impidió a la demandante que abandonara» la habitación.
Según el diario francés «Le Monde», los siete cargos que se imputan a Strauss-Kahn podrían acarrearle una condena de hasta 74 años de cárcel.
Niega las acusaciones
Durante la audiencia los abogados señalaron que Strauss-Kahn negó todas las acusaciones. «Niega todas las acusaciones. Se le supone inocente, según la ley», subrayó el abogado Brafman, quien añadió que se beneficiaría de una sólida defensa y que «será totalmente probable que a fin de cuentas sea declarado inocente». «Evidentemente, estamos decepcionados por la decisión del tribunal. Creemos en la inocencia de Strauss-Kahn y pensamos que su caso es defendible. Pedimos a todos que reconozcan su presunción de inocencia», añadió Brafman.
«Es importante comprender que esta batalla no ha hecho más que comenzar. La intención de Strauss-Kahn es intentar restablecer su nombre y su reputación», continuó.
Un informe realizado por diplomáticos franceses en Nueva York y difundido ayer por el diario digital galo «atlantico.fr« indica que la policía estadounidense encontró arañazos en el torso del director gerente del Fondo Monetario Internacional.
El texto, que según ese medio fue transmitido por los representantes franceses a las autoridades en París, añade que Strauss-Kahn dio su acuerdo para que se efectuaran pruebas suplementarias.
El escándalo ha conmocionado a la clase política francesa, entre los que Strauss Kahn era el favorito de las presidenciales y ha llevado la incertidumbre al FMI.
El Estado francés siempre ha tenido una gran tolerancia respecto a las inclinaciones sexuales de sus dirigentes, cerrando los ojos sobre sus aventuras extramaritales, pero esta vez se encuentra bajo el impacto de una acusación de agresión. El director del FMI, considerado como principal adversario de Nicolas Sarkozy para las presidenciales de 2012, está acusado de una agresión sexual y tentativa de violación. La gravedad de las acusaciones ha sacudido a la clase política y puede poner en entredicho la tradición de omertà mediática relativa a las escapadas adúlteras de sus estadistas. El asunto Strauss-Kahn va mucho más allá de las aventuras de los dirigentes que a veces son percibidas con cierta simpatía y consideradas como relativas a la vida privada, separada totalmente de la esfera pública, como sucedió con Jacques Chirac o François Mitterrand. En muchos casos ha habido que esperar a la muerte del presidente para que la prensa se decidiera a hablar. El propio Strauss-Kahn se beneficio de esta costumbre tras una relación que denominó «aventura de una noche» y en la que una empleada del FMI afectada consideró que se había aprovechado de su cargo. GARA
