Los dos vestían igual: americana azul oscura, pantalón beige y camisa clara, sin corbata. Estuvieron uno junto al otro en todo momento, hablándose al oído, dedicándose gestos cómplices, como buenos compañeros y amigos. Sin duda, estaban satisfechos. No era para menos: no todos los días se es capaz de reunir a 13.000 personas -y algunas más que se quedaron sin poder entrar por falta de aforo- en un mitin electoral. La hazaña fue obra de Mariano Rajoy y Fancisco Camps. El escenario, la plaza de toros de Valencia. Y el resultado, una faena que acabó con dos orejas y rabo.

Ambos, Mariano y Francisco, se dieron un baño de masas. Pero el gran vencedor resultó el presidente de la Generalitat Valenciana. Por algo jugaba en casa. Fue el que provocó los mayores olés de la tarde. Hasta el punto de que su jefe acabó rendiéndole pleitesía ante un público entregado: «Paco, eres un gran presidente. Lo han dicho los valencianos, lo volverán a decir el domingo. Porque ejercen su libertad de elegir a aquel que creen que es mejor para defender sus intereses. Te votan porque quieren [Sí señor, igualito igualito que en Lizartza hace cuatro años]. Tienes mi amistad sincera, y lo sabes; tienes mi apoyo, el de tu partido y el de los valencianos».

La valenciana es una de las comunidades más afectadas por el «caso Gürtel», esa trama de corrupción ligada al PP que salpica a varios de sus dirigentes. Como saben, entre ellos está Camps, que ni dimitió ni fue cesado cuando saltó el escándalo. En octubre tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados. Pero lo hará como presidente reelegido por mayoría abrumadora. Entrando y saliendo a hombros de los juzgados. Triunfador. Y con Rajoy haciéndole la ola.

P.D.: Si hace dos semanas, en este mismo txoko, recomendaba a los estadounidenses que se lo hicieran mirar por aquello de variar su percepción respecto a su presidente -a mejor, se entiende- por el hecho de que se cargase a Bin Laden, no puedo menos que pensar lo mismo sobre los valencianos si finalmente pasado mañana se confirman los resultados de los sondeos electorales. Masocas, que sois unos masocas.