Última jornada decisiva
El relax del rival no evita la obligada conjuración rojilla
Miguel Flaño habla de «final decisiva» con la ventaja de jugar en casa un choque «que huele a salvación».
Natxo MATXIN
Llenazo con afición entregada, partido de bocata y bota, rival centrado más en celebraciones que otra cosa... La coyuntura pinta bien pero, por si acaso, mejor no confiarse. Ese parece ser el sentir del vestuario rojillo, si nos atenemos a lo dicho por uno de sus capitanes, Miguel Flaño, para quien el encuentro de mañana «huele a salvación».
Nadie espera lo contrario de un encuentro que «será una final decisiva, en la que no hay vuelta atrás, pero que estamos confiados de sacar adelante». Para ello, «necesitamos el apoyo» de un entorno «que ha demostrado su sentimiento osasunista y la fortaleza casera, pero todavía no hemos conseguido el objetivo y nos queda un último esfuerzo»
Como ya avanzase su compañero Patxi Puñal, el central de Noain también apostó por «salir a muerte y concentrados sin esperar otros resultados», pero sobrellevando este «duro» envite «con intensidad y cabeza», en cierta manera el estilo que se exhibió ante el Valencia, al que se ganó por la mínima.
«Es una semana diferente, en la que cuesta dormir más de lo normal, el partido te viene muchas veces a la cabeza y es mejor no salir mucho de casa porque la conversación suele ser rutinaria, pero con la experiencia que ya tenemos de estas situaciones se manejan mejor los nervios. En mi caso, cuando el árbitro pita el inicio ya se me pasa todo el cosquilleo que suele haber antes en el estómago», resaltó.
El defensa destacó que un aspecto fundamental «es depender de ti mismo», tesitura en la que se encuentra la escuadra rojilla, con el añadido de que «jugamos en casa ante una afición entregada y sabemos que la salvación, que se ha puesto muy cara, la vamos a conseguir en El Sadar».
«No vendrá entregado»
Otros equipos implicados en la lucha contra el descenso pusieron ayer el grito en el cielo cuando vieron a través de la red las fotografías de los jugadores del Villarreal disfrutando de la despedida de soltero de su portero Diego López. En un tono distendido, Miguel Flaño desmintió que Osasuna tuviera algo que ver con la fiesta y luego, ya más serio, reconoció que «todo el mundo sabe que cuando se cumplen los objetivos, inconscientemente se baja el rendimiento, pero no me espero un Villarreal entregado, son profesionales y vendrán a ganar».
Casos peligrosos los hay. Sin ir más lejos, el Osasuna del primer año de Ziganda, que se plantó sin presión en el Ruiz de Lopera para endosarle un 0-5 al Betis, que casi lo baja a Segunda. Por eso, no haría mal la formación navarra en dejar claro desde el principio quién es el que se la juega. En ello coincide el central, quien aseguró que «debemos demostrar que nos jugamos la vida aunque ellos vengan a intentar hacer bien las cosas».
«No me cambiaría por la situación de ninguno de los rivales», aseguró Miguel Flaño, para quien jugar en casa ante una afición entregada es el mejor aliciente para conseguir el objetivo de la permanencia.
Antes del trascendental partido nocturno, los seguidores rojillos podrán calentar motores animando al juvenil de División de Honor en la vuelta de los octavos coperos donde se la juega ante el Real Madrid, al que ya venció en Valdebebas por 1-2.
Su entrenador, José Manuel Mateo, animó a la afición para que se acercase a Tajonar a ver un encuentro «atractivo y que veo con optimismo», en el que «vamos a necesitar de su apoyo».
El ex central rojillo habló del Osasuna-Villarreal, un choque «que te anima a volver a jugar» y que cuenta con muchos alicientes. N.M.
Como casi todas las temporadas, la empresa Conservas Perón, de Lodosa, obsequió a la plantilla osasunista con un lote de productos. Su propietario, Jesús Perón, exhortó a los jugadores para que, con dichas viandas, puedan conseguir mañana la meta de la salvación.
Tras la grave lesión que sufrió frente al Sevilla -al final quedó en menos de lo esperado-, Nelson visitó ayer a sus compañeros en Tajonar para darles ánimos de cara al encuentro frente al Villarreal. El internacional portugués estuvo en las instalaciones ayudado de muletas.
