Giro 2011
Felicidades y hasta otra, Cavendish
El ciclista del HTC logró su segunda victoria en la presente edición de la ronda y se despide con la llegada de la alta montaña.
Imanol CARRILLO
Mark Cavendish cumplió su palabra. A la mañana, antes de darse inicio a la decimosegunda etapa del Giro, había declarado que en Ravenna se marcharía a casa. Por la tarde, al finalizar la jornada y antes de dar pedaladas en la alta y exigente montaña, el de Isla de Man abandonó la ronda italiana. No antes de llevarse su segundo triunfo en la presente edición, como él sólo sabe hacerlo, que le vale como un regalo anticipado, ya que mañana cumple 26 años.
Era la última oportunidad que tenía para desempatar con sus más cercanos sprinters rivales, el italiano Alessandro Petacchi (Lampre) y Fran Ventoso (Movistar), con quien tenía una cuenta pendiente tras acusar el español al británico de haber sido remolcado en el Etna.
Y todo le salió a pedir de boca. Para empezar, su equipo, el HTC, hizo la etapa para él. Cuatro corredores salieron sin futuro alguno en el kilómetro siete de la etapa. Entre ellos se encontraba Mínguez, del Euskaltel Euskadi, acompañado de Ricci (Farnese Vini), Golas (Vacansoleil) y Clement (Rabobank).
A falta de 13 kilómetros para la meta, el HTC echó abajo la escapada del día y luego preparó el terreno a la perfección para Cavendish. Acto seguido, ya en el último kilómetro, se produjo un accidente en la penúltima curva en la que el pelotón quedó cortado, dejando un selecto grupo de unos diez corredores.
Y el final no hace falta contarlo, ya que toda la «ayuda» facilitada por hasta cuatro compañeros de equipo le sirvió al velocista para demostrar su poderío en unos metros finales claros, limpios e indiscutibles.
Por detrás del británico entraron los italianos Davide Appollonio (Sky) y Alejet Petacchi.
Así las cosas, Cav se marcha a casa siendo el campeón de sprinters en el Giro 2011, satisfecho por la victoria, agradecido a sus compañeros porque «trabajaron todo el día sin ayuda en absoluto de cualquier otra formación» y con la mente puesta ya en el Tour de este año.
Llega el infierno
Los amantes del Giro tienen la oportunidad de contemplar el verdadero espectáculo de la ronda italiana a partir de hoy y hasta el domingo con el tríptico en los Dolomitas, donde los finales consecutivos en Grossglockner, Monte Zoncolan y Gardeccia acumulan un desnivel de nada menos 10.505 metros.
Y los ciclistas no se han hecho esperar en sus impresiones acerca de estas tres etapas. El vizcaino Igor Antón (Euskaltel) declaró hace unos días que lo que les espera estos días es «el verdadero infierno del Giro». Por su parte, el líder de la carrera, Alberto Contador, tituló en su Twitter que «el viernes (por hoy) empieza el infierno».
Habrá que ver si no se queman en él. Para empezar, la etapa de hoy, de 167 kilómetros, comienza en Spilimbergo y finaliza en el alto de Grossglockner, de 1.908 metros, una pendiente máxima del 14% y un desnivel de 863 metros.