Por primera vez en su historia, el Festival de Cannes ha declarado «persona non grata» a un director de cine que compite por la Palma de Oro. El anuncio, adoptado por la dirección del festival apenas 24 horas depués de las polémicas declaraciones de Lars Von Trier sobre Hitler y los judíos, tuvo lugar en una jornada en la que el equipo de Pedro Almodóvar se convirtió en el protagonista en La Croisette, testigo, 21 años después de «Átame», del reencuentro entre el manchego y Antonio Banderas.

La sanción del festival contra el director danés no excluye, sin embargo, a su película, «Melancholia», de la competición por la Palma de Oro, según se anunció después de la reunión extraordinaria del consejo de adminitración convocada por el presidente del certamen, Gilles Jacob. El comunicado de Lars Von Trier, en el que afirmaba no ser «ni antisemita, ni racista, ni nazi», parece que no ha surtido efecto. Según el delegado general del festival, Thierry Frémaux, las dos protagonistas de «Melancholia», Kristen Dunst y Charlotte Gainsbourg, amenazaron con no subir las escaleras del Palacio durante la proyección oficial si el realizador no se explicaba.

La sanción afecta «a un hombre, no a una obra», precisó Frémaux para explicar que se mantenga a competición. «Lo incomprensible es que la mujer de Lars Von trier es de religión judía y sus hijos también», afirmó.

Thriller de Almodóvar

Lo imprevisible siempre ha sido parte de su universo, pero, con «La piel que habito», Pedro Almodóvar da un salto mortal en su trayectoria hacia un cine sobrio y oscuro que le posiciona para la tan ansiada Palma de Oro en Cannes. «El cuerpo me pedía riesgo y es un lujo que me he dado», reconocía ayer tras la proyección de la película en la sección oficial; recibida, por cierto, bien por la crítica.

Almodóvar, siempre con varios proyectos en mente, tenía fijación por esta historia que ha cobrado vida diez años después de que el realizador leyera «Tarántula», la novela de Thierry Jonquet en la que se basa. «Veía el vértigo en las caras de todas las personas que forman mi staff al leer el guión, pero a mí me gustaba mucho y quería hacer esta película. Hasta ahora me dejado llevar por mi instinto y aquí estoy», explicó.

En su quinta visita a Cannes, Almodóvar se lanza con un thriller sobre las experiencias dementes de un cirujano amoral (interpretado por Antonio Banderas) que se venga de los golpes de la vida -la muerte de su mujer y la violación de su hija-. Y lo hace a costa de un joven al que transforma en mujer, dándole el cuerpo y los rasgos de Elena Anaya.