Expe Iriarte recuerda que la legislatura comenzó con un pacto firmado entre UPN y todos los sindicatos representados en la mesa sectorial, pero que no fue suscrito ni por ELA ni por LAB. «Nosotros predijimos, en su día, que ese pacto iba a quedar en el aire y tuvimos razón: la mayoría de los puntos no se ha cumplido por falta de recursos», explica Iriarte. La ruptura de dicho acuerdo vino acompañada por «recortes salariales y en los recursos». Frente a esta situación, los responsables de LAB en Educación enfocaron sus exigencias en cinco puntos esenciales, «que han sido las bases de esta campaña electoral y serán los pilares de trabajo para los próximos cuatro años», según Iriarte. El primer punto es una «apuesta clara por una Nafarroa euskaldun» y que pasa por que «el Euskara sea oficial en todo el territorio». LAB, además, sostiene que, como pueblo, Nafarroa tiene derecho a un sistema educativo propio. Iriarte resalta también la idea de igualdad, «lo primero que habría que conseguir es la elaboración de planes de igualdad en todos los centros educativos». Asimismo, LAB denuncia carencias en torno a la salud laboral de los educadores, por lo que exige «un reconocimiento de las enfermedades profesionales, la promoción de la prevención y la evaluación de riesgos».

Dabid Mendaza es el responsable de Osasunbidea. Ha conseguido 12 delegados, cifra sólo superada por un sindicato profesional, el de enfermeras (SATSE). A su juicio, los trabajadores de Osasunbidea han premiado su línea combativa. «Estamos hablando de que en el último año hemos organizado dos protestas mensuales, ya sea por temas laborales, la legalización o los presos», recuerda Mendaza. El responsable de área de LAB pinta una situación muy preocupante para la sanidad navarra. El recorte en las sustituciones, a raíz «del estado de excepción de marzo de 2010», cuando durante cinco días se paralizaron las contrataciones, ha dejado una situación crítica. «No se reemplaza y por lo tanto, tenemos una sobrecarga. A esto se suma una incertidumbre enorme en la plantilla, que ni siquiera tiene garantizado un centro de trabajo», explica.

A Mendaza le cuesta distinguir el empeoramiento de las condiciones de trabajo del deterioro del propio sistema sanitario. «La calidad asistencial está mermando por la sobrecarga. Ya no hay un profesional que haga un seguimiento del enfermo, sino que los equipos varían y, en consecuencia, se multiplica el riesgo de equivocarse en el tratamiento». Paralizar la privatización o, más específicamente, las derivaciones a clínicas privadas (que aumentan a un ritmo del 20% anual), constituyen otro de los caballos de batalla de LAB Osasunbidea. «De seguir así, llevamos camino de que Nafarroa no sea capaz de garantizar la asistencia al 100% en un futuro cercano».

Mendaza rechaza el análisis de que los recortes son los que han aupado a LAB: «Los recortes han afectado a todos los trabajadores y todos los sindicatos defienden a los trabajadores. Sin embargo, LAB ha sido el que ha salido fortalecido, y esto se debe a la forma en que nos hemos enfrentado a ellos, a nuestra labor día a día».

Desde el área de Bienestar Social, Rosa Arnedillo explica que al principal problema que se enfrentan es a la falta de personal. «Trabajamos bajo mínimos. Las vacaciones, las bajas e incluso las liberaciones de los sindicatos se quedan sin cubrir». Arnedillo dice que el enfado dentro del área del Bienestar Social viene del sobrecargo, la presión y la decepción de los trabajadores, que ni siquiera pueden atender correctamente a los usuarios. «La asistencia es deficiente. La situación ha llegado al punto de que los trabajadores de las residencias de ancianos terminan de despertarles a las doce de la mañana, porque no dan abasto. Hay que tener en cuenta que los ancianos se van a dormir en torno a las ocho de la tarde y que pasar tantas horas en la cama les daña incluso la salud, les salen llagas, etc».

Arnedillo afirma que LAB lleva la línea de contestación más contundente, pero que la falta de personal merma hasta su capacidad de protesta. «Como no podemos dejar de atender a los usuarios para manifestarnos, hemos optado por llevar una pegatina en la que pone cuántas plazas de trabajo están sin cubrir, para que la gente entienda por qué la atención es deficiente». Por otra parte, la responsable de LAB denuncia también la línea de privatización en Bienestar Social. «Somos una de las áreas más privatizadas. Primero fueron los pisos tutelados y luego las residencias. Actualmente, hay tres residencias de ancianos públicas en todo Nafarroa y una de ellas es la de Santo Domingo, en Lizarra, cuyo futuro nos preocupa». Para LAB, hay que mantener la misma línea de actuación: «Estamos igual que al principio y, por lo tanto, vamos a seguir adelante». Arnedillo cree que esta victoria constituye «un premio» por todo el trabajo realizado.

Isabel Artieda es la responsable de LAB en la Administración Núcleo. «¿Que si estamos contentos? No se puede estar más contento. Esto ha sido una `arrasada' terrible», afirmó ayer por la mañana, sin poder ocultar su alegría. Para el conjunto de la Adminstración, lo que LAB reclamaba era una «democratización y un saneamiento», que pasaba por eliminar jefaturas innecesarias y, por supuesto, las elecciones «a dedo» que realizan los políticos y, en último término, contra «el caciquismo» que se ha establecido dentro de la Administración. En definitiva, hacer el funcionamiento de los trabajadores públicos más transparente. Además, entre las líneas estratégicas que se marcó LAB está también la «normalización del uso del euskara», que pasa por la generalización de los documentos públicos bilingües y la rotulación. Según Artieda, LAB también ha llevado durante estos últimos cuatro años una labor muy beligerante contra las privatizaciones y la externalización de los servicios públicos. Sin embargo, la responsable de Administración Núcleo recuerda que esta última etapa no ha sido un camino de rosas. «Al igual que en las elecciones municipales se ha tratado de borrar de forma antidemocrática la presencia de la izquierda abertzale, también en el terreno sindical se ha impulsado la marginación». Ahora, son sus compañeros de la Administración los que han dado un nuevo impulso a LAB para romper esas barreras.