Los eurodiputados François Alfonsi, José Bové, Cathérine Grèze; los diputados Patrick Braouezec y Noël Mamère; la senadora Alima Boumédienne; los responsables de NPA Olivier Besancenot, Patrick Cassan, Myriam Martin, Christine Poupin y Gaël Quirante; los escritores Hafed Benhotman, Stéphane Hessel, Albert Jacquard; el historiador Maurice Rafjus; los responsables de la FIDH (Federación Internacional de Ligas pro-derechos humanos) Patrick Baudoin, Clémence Bectarte; los de la LDH (Liga pro-derechos humanos) Jean-Pierre Dubois y Michel Tubiana; el presidente del Sindicato de Abogados de Francia Pascale Taelman; los responsables sindicales Alain Mosconi (STC), Mina Kerfi (UTSKE) y Patricot Dore (UGTM) son, junto a numerosos otros electos y representantes políticos y sociales de todo el Estado francés, algunas de las personalidades que han rubricado el «manifiesto por la derogación de las legislaciones de excepción en Europa, por la derogación de la orden de detención europea tal y como existe y por la libertad de Aurore Martin».

Jurisdicción de excepción

El documento detalla las vicisitudes del caso de la militante de Batasuna y recuerda que el Estado francés accedió a entregarla al español «por hechos que él mismo no contempla como ilegales».

Consideran que la decisión es aún «más inaceptable» porque quienes han solicitado la entrega de Martin son «órganos jurisdiccionales de excepción y que, en algunos casos de torturas han sido denunciados por organismos internacionales» como Human Rights Watch, CPT o Amnesty International.

Los firmantes declaran que la aplicación de la euroorden a Aurore Martin «pone de relieve de manera clara su utilización con fines de represión política». Añaden, que no es «la única victima ya que numerosos militantes vascos de nacionalidad española son entregados sistemáticamente por idénticas razones».

Denuncian ese «acuerdo entre estados para amordazar la oposición política» y tildan la euroorden de «instrumento liberticida» en sus manos, advirtiendo que «si se aplica hoy a Aurore Martin, mañana podría aplicarse a cualquier militante político o sindical del espacio europeo».

El manifiesto finaliza pidiendo a todos los agentes democráticos que «intervengan y se movilicen de manera unitaria» en favor de las reivindicaciones recogidas en el encabezamiento del documento.