Las bolsas volvieron a subir, pese al lastre acumulado en la jornada. Ni los datos macroeconómicos de Estados Unidos -malos para la vivienda de segunda mano, el índice de la Fed de Filadelfia y la confianza del consumidor-, ni el pobre éxito en la subasta de obligaciones del Tesoro español -bien por la reducción del interés, pero decepción por la baja demanda- pudieron doblegar al Ibex. Tampoco se asustó el resto de índices europeos, que daba la espalda a los graves problemas de Grecia y se animaba, entre otras cosas, por la estratosférica ganancia de la red social estadounidense Lindekin en el día de su debut en Nueva York, donde batía el récord de revalorización al sumar hasta un 90% en la salida. Al final de la jornada, el Ibex, aunque dubitativo, terminó con un avance del 0,32%, hasta los 10.376,80 puntos. En Europa las ganancias fueron más decididas. París mejoró un 1,25%, Fráncfort un 0,75%, y Londres un 0,55%. En el Ibex, el capítulo de los ganadores de la sesión estuvo liderado por Sacyr (+5,38%), que reaccionaba rápidamente al descuento del miércoles. Red Eléctrica y FCC ganaron más de un 2%. De los grandes, el más beneficiado fue Repsol (+1,15%), mientras que BBVA fue el peor al ceder un 0,49%. No fue un buen día para el sector bancario y Bankinter lo atestiguó con una bajada del 2,88%. Sólo Ferrovial (-3,35%) -repartió dividendo- perdió más que la entidad presidida por Pedro Guerrero. Dentro del CAC 40 brillaron los avances de Axa (+2,52%), Sanofi (+2,28%) y BNP Paribas (+1,76%), aunque EADS (+3,39%) lideró la lista. Alcatel-Lucent (-0,81%) fue el peor.