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Nueva entidad bancaria vasca

Ipar Kutxa y Bankoa se alían para crear una entidad centrada en Euskal Herria

Ipar Kutxa y Bankoa sellaron ayer la creación de una nueva entidad bancaria centrada en el ámbito de Euskal Herria. Presidida por la entidad francesa Crédit Agricole, contará con sucursales a ambos lados del Bidasoa y dará servicio a más de 200.000 clientes. El día 1 de enero de 2012 nacerá una sociedad anónima de la que no se conoce el nombre, aunque se sabe que la misma tendrá 5.300 millones de euros en activos.

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Ion SALGADO | GASTEIZ

Ipar Kutxa y Bankoa firmaron ayer en Gasteiz un protocolo de alianza e integración. Un proceso que tendrá por objeto la creación de una nueva marca bancaria, con presencia en los siete herrialdes de Euskal Herria y con dos sedes sociales, una en Donostia y otra en Bilbo.

La alianza entre las dos entidades, a las que se les sumarán otras de menor tamaño con sede en Ipar Euskal Herria y el sur del Estado francés, se materializará a través de la segregación de la actividad bancaria de Ipar Kutxa, que se integrará con la de Bankoa. No obstante, la primera conservará su condición de sociedad cooperativa, y, gracias a ello, podrá mantener su obra social y su base societaria.

En una rueda de prensa ofrecida en un céntrico hotel de la capital alavesa, el director general de Ipar Kutxa, Carlos Osés, y el consejero delegado de Bankoa, Kepa Joseba Egiguren, explicaron los detalles del protocolo de alianza.

Un proceso apoyado por Crédit Agricole, máximo accionista de Bankoa, que culminará el día 1 de enero del año 2012, cuando abran sus puertas las 132 oficinas de la entidad resultante. La nueva marca, que contará con 5.300 millones de euros en activos, nacerá como una sociedad anónima, la forma jurídica actual de Bankoa.

A su vez, la nueva marca, que alcanzará un patrimonio neto de 374 millones de euros y contará con un volumen de negocio de 7.900 millones de euros, tendrá como licencia la ficha bancaria de la firma guipuzcoana, un documento otorgado por el Banco de España sin el cual la nueva marca no podría operar en Hego Euskal Herria.

Durante su intervención, Osés explicó que la futura entidad resultante del proceso estará presidida por Crédit Agricole, empresa propietaria de Bankoa.

Una decisión comprensible si se tiene en cuenta que la firma gala, principal entidad bancaria de su Estado, será la encargada de cubrir los riesgos de las operaciones realizadas por la marca resultante de la alianza.

Además, Crédit Agricole, que incluirá dentro de la futura marca a sus filiales en Ipar Euskal Herria y Aquitania, tendrá entre sus objetivos garantizar la solvencia del futuro banco. Es el primero que se forma gracias al acuerdo entre dos cooperativas, ya que, tal y como recordó Egiguren, la entidad francesa es una mutua, y tiene por ello la misma figura jurídica que una cooperativa.

Sin embargo, el poder de la mutua de crédito francesa no finaliza en la presidencia. Junto a dicha responsabilidad, Crédit Agricole asumirá la mayoría en todos los Órganos de Sociales de la futura entidad.

Entre dichos órganos se incluyen el Consejo de Administración y la Junta General de la futura empresa, cuyas sedes se ubicarán en Donostia, feudo de Bankoa.

En este sentido, la cooperativa Ipar Kutxa, surgida de la unión de las cajas rurales de Araba y Bizkaia, asumirá la Dirección General de la entidad. Una dirección que tendrá su sede en Bilbo, centro de poder de la cooperativa.

No obstante, tanto Osés como Egiguren restaron importancia a las diferencias anteriormente citadas. Es más, ante los medios, ambos dirigentes afirmaron que la división de las acciones se realizará de manera paritaria. A partes iguales entre Bankoa, Crédit Agricole Mutuel Pyrénées Gascogne e Ipar Kutxa.

Para lograr dicha paridad deberán llevarse a cabo dos ampliaciones de capital, una con el objetivo de nutrir a la futura entidad de una mayor estabilidad; y otra con el fin de equiparar la filial de Iparralde a las dos entidades de Hegoalde.

Ámbito vasco

En cuanto a las razones que han propiciado la alianza de las dos entidades, los dos responsables subrayaron la «complementación geográfica» de ambas empresas. Una idea defendida por el presidente de Bankoa, Jean Clément Philippe, y por Egiguren, quienes señalaron su especial interés en desarrollar una entidad centrada en el ámbito de Euskal Herria.

Asimismo, los dos dirigentes, y el propio Osés, negaron que existieran problemas de solvencia tras la alianza. «Las dos partes gozamos de una solvencia más que acreditada», reconoció el consejero de Bankoa. Para apoyar las palabras de Egiguren, los presentes en Gasteiz destacaron los ratios de solvencia de ambas entidades. «El coeficiente de solvencia agregado es del 14%, muy por encima del 8% exigido por el supervisor», explicó el director general de Ipar Kutxa.

La presentación de la alianza en sociedad es el primer paso de un proceso costoso, que irá dilatándose en el tiempo hasta fin de año, cuando deberá estar todo listo para poder anunciar la apertura de la nueva entidad.

Los primeros pasos deberán darse en las propias asambleas de Bankoa e Ipar Kutxa, donde deberá aprobarse la alianza.

Una vez aprobado el protocolo en los órganos de gobierno de cada entidad, se constituirán unos equipos mixtos que deberán analizar los pasos a dar en la alianza. Dichos equipos prepararán un plan de integración que tenga como fin la puesta en marcha del futuro banco.

El trabajo de integración puede llevar meses. Por ello, Egiguren avisó a los presentes de la necesidad de esperar hasta el último trimestre del año para conocer más detalles del acuerdo.

Un acuerdo que traerá consigo la creación de la primera entidad interestatal de Euskal Herria. Con oficinas en las dos orillas del Bidasoa.

Eliminar duplicidades

Tras presentar la cara amable del proyecto, Osés y Egiguren reconocieron que una vez sellada la alianza se deberá realizar una reestructuración en las dos entidades, con el fin de eliminar las duplicidades existentes.

Estas duplicidades se traducen en la existencia de una docena de oficinas «sobrantes» en Euskal Herria. De todos modos, «donde sobran unas oficinas faltan otras», recordó Egiguren.

El directivo de Ipar Kutxa matizó el mensaje y explicó que, en el caso de producirse una reestructuración de la plantilla, ésta evitará que se produzcan ajustes «traumáticos». Además, el directivo anunció que durante el proceso de alianza se mantendrán en todo momento los derechos laborales de los actuales empleados, tanto de Ipar Kutxa como de Bankoa.

A este respecto, el sindicato CCOO reclamó la creación de una mesa de negociación donde tratar las garantías de empleo y la homologación de las condiciones de trabajo del nuevo banco resultante de la alianza entre Ipar Kutxa y Bankoa.

A través de un comunicado, la central sindical exigió que el protocolo de alianza «no suponga consecuencias negativas para las plantillas». A su vez, CCOO reclamó a las direcciones de ambas entidades información «puntual y completa» de cuantos avances se vayan produciendo en el proceso de fusión.

EN CIFRAS

5.300

millones de euros en activos con los que contará la nueva entidad.

374

millones de euros en patrimonio neto de los que dispondrá la futura marca.

14%

es el coeficiente de solvencia con el que echará a andar la alianza.

207.000

clientes con los que contará la futura firma en Euskal Herria.

7.900

millones de euros en volumen de negocio son los que dispondrá.

132

oficinas de las que dispondrá la nueva marca bancaria.

677

empleados trabajarán para Bankoa e Ipar Kutxa.

Más de 40 años de cooperativismo y buenos resultados

Ipar Kutxa se creó en el año 1966 bajo el nombre de Caja Rural Vasca. Se fundó como una cooperativa de crédito, gracias a la fusión de las cajas rurales de Bizkaia y Araba. Orientada inicialmente al sector agroganadero, con el paso de los años la entidad amplió su prestación de servicios financieros hacia una actividad comercial más urbana, debido sobre todo al crecimiento de los sectores industrial y de servicios.

Tras 45 años de historia, actualmente Ipar Kutxa cuenta con 6.000 socios en la cooperativa, 90 oficinas de atención al público y 405 empleados en Hego Euskal Herria. Dichas cifras cobran más relevancia en Bizkaia, donde la entidad tiene más del 70% de sus oficinas.

El pasado mes de diciembre, la cooperativa se adhirió a «Ner Group», con el objetivo de compartir experiencias, sinergias y conocimientos, pero también para «aunar esfuerzos para mejorar, para avanzar, para ser más eficientes y obtener mejores resultados; y para acompañarse unas a otras en el camino del cambio cultural profundo que supone el Nuevo Estilo de Relaciones (NER)».

En cuanto a la situación económica de la misma, Ipar Kutxa cerró el año 2010 con un valor de activos de 3.567 millones de euros, un volumen de negocio de 4.903 millones y un patrimonio neto de 250 millones de euros. Durante el pasado curso la entidad obtuvo un beneficio neto de 12,6 millones de euros. Además, entre los números de Ipar Kutxa destaca su coeficiente de solvencia, que se sitúa en el 15,7%, casi el doble de lo exigido. GARA

Una pequeña entidad ligada a un gran banco

Bank0a nació en el año 1975 bajo la denominación de Banco Industrial de Gipuzkoa. Creado por empresarios de Euskal Herria y La Rioja para prestar servicios financieros y de asesoramiento a las empresas, la firma vasca fue derivando su actividad hacia la banca comercial, manteniendo su compromiso con el mundo empresarial.

En 1997 el grupo financiero francés Crédit Agricole, a través de la Caisse Regionales de Crédit Agricole Mutuel Pyrénées Gascogne, adquirió la práctica totalidad de las acciones del banco, pasando a llevar el símbolo de la entidad gala por marca.

Actualmente Bankoa tiene su sede en Donostia, y cuenta con representación en todo el territorio guipuzcoano, donde tiene veintiún oficinas. Además, la entidad posee sucursales en Bizkaia, Araba, Nafarroa, La Rioja y Madrid.

En cuanto a sus cifras de negocio, la entidad cerró el pasado curso con un balance de 1.732 millones de euros. Asimismo, su patrimonio neto alcanzó los 123,5 millones de euros y su volumen de negocio con clientes superó los 2.980 millones de euros.

A su vez, Bankoa finalizó el pasado curso con un beneficio de 7,3 millones de euros, manteniendo un coeficiente de solvencia del 11,5%, y un coeficiente de capital del 10,2%. La tasa de dudosos se sitúa en el 2,1% y la cobertura de insolvencias en el 89%.

Por otra parte, la agencia de calificación Moody's le otorgó una calificación A1, sólo superada por tres entidades bancarias en el Estado español. GARA

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