CDN decidió el jueves disolverse tras quince años de andadura política. El PSE ha convocado una Conferencia Política para el próximo otoño. El Comité Regional del PSN celebró ayer una sesión extraordinaria (información en las páginas 2 y 3). Hamaikabat ya puede calificarse de «partido fallido». Ezker Batua también anunció ayer que el 12 de noviembre celebrará una Asamblea General Extraordinaria para renovar sus directrices de actuación en el futuro.

Cónclaves de urgencia y convocatorias de calado a pocos meses vista que superan, por mucho, las habituales reflexiones de las direcciones de las formaciones políticas en torno a los resultados de unas elecciones. Además, en este caso, es subrayable que el movimiento telúrico provocado por las urnas el 22-M afecta tanto a partidos «grandes» como a «pequeños» y que se trataba de unos comicios «locales», aunque ese calificativo no puede utilizarse en Euskal Herria, donde también se ha procedido a la renovación del Parlamento de Nafarroa y de las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Por tanto, este escenario postelectoral no está centrado únicamente en las habituales maniobras necesarias para configurar gobiernos forales y municipales -aunque sean éstas las que, en buena lógica, están acaparando el interés de la ciudadanía y de los medios de comunicación-, sino que también hay lugar para colocar los focos sobre la evolución de cada opción política.

Ayer, le correspondió saltar a la palestra a Ezker Batua para explicar las decisiones adoptadas por su Consejo Político en la reunión que mantuvo el día anterior en Bilbo.

EB reforzará lazos con IU

El coordinador general de EB, Mikel Arana, compareció ante los medios para anunciar que esta formación celebrará una Asamblea General, de carácter extraordinario, el 12 de noviembre, con lo que se da paso a un «proceso de refundación». Según recogió Europa Press, el Consejo Político decidió también dar inicio a una campaña de reafiliación, que concluirá el 10 de setiembre y que obligará a los actuales afiliados a reinscribirse para formar parte de la nueva fase que EB tiene previsto iniciar.

El pasado 22 de mayo, EB obtuvo 35.000 votos en la CAV, repartidos de tal forma que sólo ha logrado trece concejalías en los tres territorios y dos junteras en Araba. Ayer, Arana achacó esos malos resultados, entre otros motivos, a la identificación de su formación como «socio exclusivo del nacionalismo vasco», en referencia a su apuesta por compartir responsabilidades institucionales con el PNV en Bizkaia y Araba durante la pasada legislatura. Ante ello, aboga por reforzar lazos con Izquierda Unida recuperando sus «señas de identidad» como una «izquierda vasca, republicana, alternativa y federal», que sirva de «puente entre las fuerzas nacionalistas vascas y españolas».