Blondie regresa con un amable y melódico «Panic of girls»
Luminosidad, ritmos y buenas melodías emergen al escuchar el nuevo disco de Blondie, formación liderada por la veterana Deborah Harry y secundada por su amigo y sobrio músico Chris Stein. «Panic of girls» se publica siete años después de «The curse of Blondie».Pablo CABEZA | BILBO
La historia de Blondie se remonta a la mitad de la década de los setenta, cuando Nueva York bullía de una explosiva sonoridad formada por bandas como Ramones, Television, Cards o Blondie. Un cruce de caminos entre el punk-rock y la nueva ola.
Blondie fue una formación de considerable impacto en la escena mundial del segundo lustro de los setenta con álbumes como «Blondie» (1976), «Plastic letters» (1977), «Parallel lines» (1978) e «Eat to the beat» (1979). Propuestas repletas de buenas sensaciones, pop alegre, potentes guitarras y ritmos optimistas.
Tras rupturas, cerrera en solitario y regresos, Blondie se acerca a 2011 con su noveno disco, «Panic of girls», un sorprendente catálogo de buenas canciones escritas desde el pop más próximo a aquella lejana nueva ola, el reggae-pop que cultivó en tiempos pasados (tres temas contiene el nuevo álbum en onda jamaicana: «The end, the end», «Girlie, girlie» y «Sunday smile»), pop con arreglos electrónicos y ritmos latinos muy descarados y canción francesa en la onda del pop de los sesenta. «Le blue», además, la canta en francés.
Otros aspectos curiosos del disco es que en la canción «Wipe off my sweat» canta en inglés y en castellano: «Tengo tu nombre tatuado en mi piel, en esa parte que sólo tú ves. No te detengas, no, no. No pares nunca... La noche sigue y ya no puedo más...».
Con todo, quien prefiera esperar a la edición especial del disco, se encontrará con dos temas extras, uno de ellos titulado, «Mírame», íntegramente cantado en castellano. El corte incluye un acordeón muy pegadizo, ritmos latinos de corte andino, aire de pista de baile y una letra de corte romántico. Incluirá, además, una revista con más de cien páginas, varias chapas y cuatro postales del propio Stein.
El primer single publicado ha sido «Mother», canción pop bailable que recuerda los días felices de los setenta. En la misma línea se dirigen «Love doesn't frighten me», «D-Day», y la feliz «What I heard».
El disco está producido por Jeff Saltzman (The Killers...) y Kato Khandwala (Paramore, Drowing Pool...). La portada es un dibujo del artista alemán Chris Berens. Colaboran Zach Condon (Beirut) y Elliot Easton, de The New Cars. La mayoría de las letras son de Deborah Harry. Ellas van más allá en el área de la poesía y la literatura», comenta el veterano guitarrista Chris Stein.