La mayoría de los corredores importantes que se han marcado el Tour como gran objetivo del año volverán a la competición hoy en la Dauphiné con el objetivo de coger el ritmo ideal para llegar el 2 de julio al Vendée en las mejores condiciones.

Samuel Sánchez es el único de los cuatro primeros del último Tour que tomará la salida con el objetivo de iniciar el camino que espera que le conduzca al podio del que quedó desbancado en la crono final de la última edición. El asturiano no es un corredor al que le guste forzar en la única prueba por etapas que acostumbra a disputar antes de la grande que se marque como objetivo. No lo hacía en Burgos cuando preparaba la Vuelta ni lo hizo en Dauphiné el pasado año, cuando acabó el 18º.

Sabe que las energías que se pierden por el camino se echan de menos en las dos últimas semanas en las que se juega toda la temporada y por eso sería una sorpresa verle disputar la general. El año pasado, de los ocho primeros en Dauphiné, sólo Contador y Van den Broeck estuvieron entre los diez mejores de la general en el Tour.

El madrileño descansa tras su triunfo en el Giro, tampoco los Schleck han incluido la Dauphiné dentro de su calendario, pero sí la mayoría del resto de aspirantes a los puestos de honor en el Tour. Además de Samuel estarán Van den Broeck, Basso, Gesink, Evans, ganador este año de la Tirreno y del Tour de Romandía, y Brajkovic, último ganador de la Dauphiné, que comprobó lo difícil que es alcanzar un buen punto en esta prueba y responder en el Tour.

Cronos y llegadas en alto

Además esta edición de la Dauphiné es ideal para los contrarrelojistas y los escaladores. Así Joaquim Rodríguez, que no va a disputar el Tour, quiere sacar el máximo rendimiento a la forma lograda en el Giro y aprovechar las cinco llegadas en alto que presenta el recorrido, de las que dos son etapas de alta montaña. Sólo hay una en línea que no acaba en una subida.

La prueba organizada por ASO comienza hoy con una prólogo de 5,4 kilómetros y mañana ya hay una primera llegada en alto en Saint-Oierre de-Chartreuse, un puerto de Segunda de 7,4 kilómetros al 4,8%. También hay subida en el final del martes, la Croix-Rousse, de Cuarta, 1,4 kilómetros al 4,8%.

Las primeras grandes diferencias se establecerán el miércoles en la crono de Grenoble sobre 42,5 kilómetros. El jueves se disputa la única etapa en línea sin final en alto y el viernes se llega a Les Gets, un puerto de Segunda con 10,7 kilómetros al 4,7%.

Las dos etapas de alta montaña se dejan para el fin de semana. En la primera se sube en los últimos 45 kilómetros el col du Grand Cucheron (1ª, 16,2 kms al 5%) y se acaba en el Collet d'Allevard, un puerto de fuera de categoría de 11,2 kilómetros al 8,4%. Para el domingo queda la etapa con final en La Toussuire (1ª, 14,8 kms. al 5,8%) previa ascensión a la Croix de Fer y al Glandon, considerada de fuera de categoría con 22 kilómetros al 7%.