Difícilmente podía haber elegido Aitor Zubieta un mejor compañero para su regreso a las canchas cinco meses después de la grave lesión de rodilla que acaba de superar. Y es que el aplazamiento de una semana de la final del Manomanista -por los problemas físicos de Aimar Olaizola- ha hecho que sea Xala, con el que se caló la txapela del Parejas en 2010 y al que ha hecho labores de botillero en los dos últimos años, su delantero esta tarde en Eibar.

Tras una recuperación rapidísima, que ha sorprendido incluso a los médicos que lo han tratado, el de Etxarri ha adelantado en más de un mes los plazos estipulados en un principio para su recuperación y saltará a la cancha del Astelena con plenas garantías y esa ilusión que siempre ha demostrado.

El zaguero de Aspe regresa además con mucha hambre de pelota, ya que, una vez que las heridas fueron cicatrizando y su pierna respondiendo, no ha sido poca la envidia que ha pasado al ver jugar a sus compañeros.

De hecho, tal y como reconoció en una entrevista a este diario, en cuanto se recuperó dejó de acudir a los frontones, ya que se le ponían los dientes largos. En este sentido, ha sido en el Manomanista -campeonato en que este año tenía puestas muchas esperanzas- donde peor lo ha pasado por no poder jugar.

Zubieta ha matado el gusanillo aconsejando a Xala desde la contracancha y hoy le guardará las espaldas ante Retegi Bi y Pascual, una pareja que ha conseguido llegar a 22 en tres de los cuatro partidos que han jugado juntos.

Regresos con derrota

Sin disputa de competición oficial, éste está siendo el fin de semana de las reapariciones y ayer fueron Mikel Urrutikoetxea y Oier Mendizabal los que retomaron la actividad tras diferentes problemas físicos. El vizcaino llevaba en torno a dos meses apartado de las canchas por una lesión que se produjo en el Manomanista, mientras que la inactividad del de Añorga, por una fibrosis, ha sido bastante más larga y dura.

Ambos formaron pareja ayer en el Labrit iruindarra y cayeron derrotados ante Lemuno e Ibai Zabala por 22-19 en un partido bastante disputado, aunque lo más importante es que pudieron terminar el mismo sin recaer de sus lesiones.