El Gobierno de Berlín aprobó ayer los proyectos de ley para el fin de la energía nuclear en Alemania en 2022 y la apuesta por las fuentes renovables, una iniciativa que convertirá a ese país en la primera gran potencia económica en dejar de producir electricidad a partir de la energía atómica.

El Ministro de Economía, Philipp Rösler, dijo que todas las plantas nucleares alemanas se apagarán de aquí al 2022. Catorce de los 17 reactores alemanes no estarán en servicio a fines de 2021 y los tres últimos, los más modernos, seguirán generando electricidad durante un año más.

Poco después de la catástrofe de Fukushima, Alemania desconectó de la red de producción de electricidad sus siete reactores más antiguos. Ahora, tendrá que hallar antes del 2022 la forma de producir el 22% de su necesidad de electricidad, porcentaje que actualmente cubren las centrales atómicas.

El paquete de medidas en materia de política energética tiene carácter de urgencia, ya que será abordado el jueves en el Bundestag y se espera que sea sancionado antes de verano por el Bundesrat.

El paquete prevé también medidas para el fomento de las energías renovables y el ahorro energético, así como para la construcción de nuevas líneas de alta tensión desde el norte al sur de Alemania para la distribución de la electricidad que produzcan futuros parques eólicos, algunos en alta mar.

La decisión del Gabinete de Merkel tiene lugar después de varias semanas de intensas negociaciones con los partidos de la oposición y con los gobiernos de los 16 estados federados, responsables de sancionar el paquete de medidas a través del Bundesrat, donde la oposición socialdemócrata y verde cuenta con una amplia mayoría.

El Gobierno revoca así la ley aprobada en otoño para prolongar la vida de las centrales nucleares una media de 12 años y retrasar el apagón nuclear hasta mediada la década de los 30.