GARA > Idatzia > Mundua

Un histórico 41% de abstención recogió el descontento de Portugal

La abstención en las elecciones celebradas el domingo en Portugal batió el máximo histórico alcanzado en unas legislativas, con un 41%. El descontento de la población, que vive la peor crisis en 30 años, se reflejó en la falta de participación, ya que los grupos de izquierda, únicos que no respaldan los recortes sociales impuestos por los organismos internacionales, se quedaron en el 13% del voto emitido.

p020_f01_148x080.jpg

GARA |

El descontento de la población portuguesa por los recortes sociales que inició el Gobierno del Partido Socialista de José Sócrates y continuará y agudizará el del PSD de Pedro Passos Coelho, no se vio reflejado en los votos de las únicas fuerzas que se oponen a las medidas de ajuste impuestas por el FMI y la UE. Así, la coalición de comunistas y verdes obtuvo un 7,9% de votos, media décima más que en 2009, y el Bloque de Izquierda (BI) pasó del 9,8% de hace dos años a un 5,1%. Entre ambas formaciones consiguen 24 diputados frente a los 31 con que contaban hasta ahora, aunque sigue siendo una de las pocas representaciones significativas de la izquierda marxista en Europa.

El descontento se reflejó más en la abstención, que batió un récord histórico en unos comicios generales al superar el 41%, un porcentaje mayor incluso que el logrado por el partido ganador, el Partido Social Demócrata (PSD). La participación del electorado portugués fue un punto menor que la registrada en los anteriores comicios legislativos, en setiembre de 2009, cuando la abstención se situó en el 40,32%.

Giro a la derecha

Los portugueses ignoraron las llamadas a la participación de los últimos días de campaña de los principales partidos políticos y del presidente de la República. Los que votaron optaron por dar un giro a la derecha después de seis años de Gobierno del PS y la oposición conservadora liderada por Coelho se llevó 17 de los 20 distritos electorales del país.

Tanto las comarcas rurales del interior de Portugal, muchas tradicionalmente socialistas, como las zonas urbanas, donde tiene históricamente también una presencia significativa, pasaron a manos de los derechistas del PSD, que obtuvo sus mejores resultados en 20 años.

Los distritos de Santarém, Portalegre y Castelo Branco, en el interior del país, penalizaron la gestión del hasta ahora primer ministro, José Sócrates, otorgando al PSD ocho diputados y seis al PS.

El archipiélago atlántico de Las Azores, región autónoma gobernada por el PS, también cedió al empuje conservador, que se llevó tres de los cinco asientos parlamentarios que se repartían.

La debacle del centroizquierda se trasladó a los grandes centros urbanos. Lisboa, cuya área metropolitana se sitúa en los dos millones de habitantes, y Oporto, que supera el millón, se tiñeron de naranja, color distintivo del PSD. En la capital lusa, las listas de Passos Coelho lograron 18 diputados, frente a los 14 del PS, mientras que en Oporto fueron 17 los escaños de los conservadores ante los 14 del PS.

El norte del país, tradicionalmente feudo de los conservadores, asentó la ventaja del principal partido de la derecha lusa con confortables mayorías en Viseu, Vila-Real y Bragança.

De la quema del PS se libraron por los pelos tres distritos sureños tradicionalmente de izquierda: el de Setúbal, el de Evora y el de Beja. Aun así, el apoyo a la candidatura liderada por Sócrates se redujo considerablemente y apenas pudo ganar en porcentaje de voto, ya que en número de diputados empató a siete con el PSD, seguidos de los seis de los comunistas, fuerza muy arraigada en la región. Las elecciones otorgaron una holgada mayoría conservadora a Passos Coelho (38,6% de los votos traducidos en 105 de 230 diputados), que hizo renunciar, también como líder de su partido a Sócrates, que consiguió apenas el 28,1 % (73 asientos).

Passos Coelho anunció la formación de un Gobierno «de mayoría» al que está dispuesto a sumarse su habitual aliado, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), que sumó el 11,7 % de los sufragios (24 diputados) y que durante la campaña expresó su aspiración a tener varios ministerios.

El ganador de los comicios ha dejado clara su voluntad de contentar a los mercados. Antes del fin de julio presentará el plan para recortar las indemnizaciones por despido y por cese de un contrato temporal. Le seguirá la pérdida de los derechos del Estado en grandes empresas y la reducción de contribuciones a la Seguridad Social por parte de las empresas.

La socialdemocracia europea recibe el castigo por la crisis

La derrota del Partido Socialista en Portugal ha dejado al Estado español y Grecia como los abanderados de la socialdemocracia en la UE, donde los partidos de derecha casi monopolizan los gobiernos de los Veintisiete, y en ambos casos se enfrentan al desgaste de haber aplicado las medidas de ajuste y recortes sociales impuestos por los poderes financieros, el FMI y la UE. Los socialdemócratas también se mantienen en Eslovenia y Chipre, así como en Austria, donde encabezan una gran coalición de Gobierno con los conservadores. En Portugal José Sócrates gobernaba desde marzo de 2005. Tras el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en el cargo desde 1995, José Luis Rodríguez Zapatero es el jefe de Gobierno que más tiempo lleva al frente de un país comunitario. Papandreu ha logrado mantenerse en su puesto pese al rescate financiero de Grecia aprobado en mayo de 2010. Hace un año cayó el Ejecutivo laborista de Gordon Brown en Gran Bretaña y hace dos semanas la derecha logró el control del Parlamento de Chipre, donde el comunista Dimitris Christofias mantiene la Presidencia. El agudizamiento de la crisis ha enterrado los gobiernos progresistas en Bulgaria, Rumanía, Hungría y Lituania. GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo