Los encuentros previos de la ronda de contactos no consiguieron que Roberto Jiménez llegara a su reunión con UPN en una posición de fuerza. Su ausencia el miércoles en la negociación con Bildu y las exigencias de NaBai en torno a la Al- caldía de Iruñea desdibujaron totalmente la posibilidad de un gobierno alternativo. La ficción era tan débil que cayó en el primer envite. A la salida del encuentro con la aspirante de UPN, Yolanda Barcina, Jiménez tiró la toalla, tratando de cargar a Bildu con el fracaso.

«Hemos cumplido una etapa, pero si Bildu no pide la disolución de ETA, le toca a UPN llevar la iniciativa», dijo Jiménez, descartando así postularse como candidato a la Presidencia de Nafarroa. Sin embargo, el líder del PSN intentó marcar distancias con el partido de Barcina, y aseguró estar mucho más cercano a NaBai 2011 e Izquierda Ezkerra que a UPN. «Si hubiera dependido sólo de los votos de NaBai e Izquierda Ezkerra, sería sencillo alcanzar un acuerdo», afirmó.

Sin embargo, para esta legislatura, la alternativa resulta imposible, según el PSN. «No hay que perder el tiempo. No hay que generar falsas espectativas en la ciudadanía», señaló Jiménez para zanjar el tema.

De las exigencias «estrictamente democráticas» que el miércoles el PSN pidió a Bildu, ayer Jiménez sólo habló de la petición a ETA de que se disuelva. Eso «cambiaría el escenario radicalmente», subrayó. Preguntado por si con ese emplazamiento sería suficiente, el líder de PSN añadió: «Eso conlleva todo lo que conlleva».

Así pues, el PSN deja vía libre y «la iniciativa» a UPN para que intente alcanzar acuerdos, aunque sabe que el único pacto estable que puede aupar a Barcina a la Presidencia les incluye a ellos. «A día de hoy, nadie tiene nada», expuso el líder del PSN, que prometió no repetir el modelo de oposición permisiva (que ellos suelen calificar de «responsable») de los últimos cuatro años. «Lo importante son los contenidos y encontramos una importante mayoría parlamentaria en torno al nuestro», señaló Jiménez. El líder del PSN se negó en repetidas ocasiones a adelantar detalles sobre cuál sería el hipotético nuevo modelo de oposición y tampoco cerró la puerta a participar en un gobierno con Barcina la cabeza. «El cómo vendrá después», insistió Jiménez.

El PSN sí puso mucho énfasis en desmarcar la alcaldía de Iruñea de cualquier acuerdo sobre la gobernabilidad de Nafarroa. Tanto UPN como NaBai le han exigido que dé el primer paso y que entregue la alcaldía a Enrique Maya o a Uxue Barkos. Jiménez subrayó que, por ahora, sus tres concejales van a votar a su compañero Juan Moscoso, y no le queda demasiado tiempo para cambiar de opción.

Rota la posibilidad de un gobierno alternativo, Jiménez trató de reforzar su posición ante Barcina, agitando el fantasma de un adelanto electoral. A preguntas de los periodistas, admitió que «no es descartable que pueda haber un proceso de nuevas elecciones», lo que ocurriría si en tres meses Barcina no logra el respaldo necesario. Además, envió el mensaje a la ex alcaldesa de Iruñea de que «no tiene mayoría, ni de lejos».

Jiménez resumió el resultado de su ronda de contactos, exponiendo que encontró una coincidencia «importante» con I-E y «buen» entendimiento con NaBai. Con UPN, el PSN halló «alguna coincidencia» y cosas «que no nos han gustado». Pero, a renglón seguido, Jiménez, dejó entrever que hay suficientes puntos en común para entregar el gobierno a Barcina.

UPN exige mantener Iruñea

Barcina dejó claro que quiere al PSN de su lado, que tiene las puertas abiertas tanto al Ayuntamiento de Iruñea como al Gobierno de Nafarroa. Ahora bien, sólo cede carteras y concejales. «O hay un acuerdo de estabilidad o será un desgobierno», explicó la candidata de UPN.

A diferencia de NaBai, a UPN le basta con que los concejales del PSN se voten a sí mismos para que su candidato, Enrique Maya, sea el nuevo alcalde. «Que Maya sea alcalde es condición imprescindible, da igual la fórmula: o que voten a favor o que hagan como con el señor Torrens hace cuatro años», dijo Barcina. UPN teme que si Moscoso se postula NaBai y Bildu le puedan apoyar gratuitamente, a cambio tan sólo de arrebatar la capital a Maya.

En todo caso, la de ayer fue la primera de una serie de reuniones entre UPN yPSN. Está previsto que hoy mismo vuelvan a sentarse en una mesa, con Iruñea como tema de cabecera, pero probablemente no el único.