La presentación de Philippe Montanier, con periodistas galos que no entendían cómo su entrenador con más proyección prefería venir, y pagar buena parte de su indemnización, a Donostia que ir a los clubes más grandes de su país y el nuevo contrato televisivo demuestran que a la Real se le valora fuera de Gipuzkoa.

Es un placer escuchar a Montanier las referencias positivas dadas por Raynald Denoueix y sus propias impresiones de este club que le ha seducido. Es bonito ver cómo todos los entrenadores hablan maravillas de la Real, de sus jugadores y de sus aficionados, pero lo más importante es que esa valoración se tradujo ayer en un contrato por el que hay que felicitar al Consejo presidido por Jokin Aperribay.

Que la Real consiga cobrar 25,5 millones anuales por la venta de los derechos televisivos representa el mejor contrato firmado jamás por este club. Recibir diez o cinco millones más que rivales directos que se pueden equiparar por población o que están por encima es una gran noticia. Que no llegue a los cinco millones la diferencia con el Athletic es muy positivo porque el rojiblanco es el mayor contrario a la hora de intentar mantener a los mejores jugadores de la cantera de Zubieta.

Pero dentro de esa euforia, la Real tiene que conseguir mantener la línea actual. No cobrará ese dinero hasta la temporada 2013-14 y entonces y ahora el club tendrá que intentar equilibrar sus presupuestos sin enloquecer.

El nuevo contrato supone una mayor diferencia todavía entre los ingresos en Primera y Segunda, pero no cabe cometer locuras y gastar lo que no se tiene para evitar un descenso porque al final eso debilita a un club. Así se desangró la Real por despilfarrar en fichajes para intentar no bajar y al final bajó. Y cuando no tuvo dinero y recuperó la sensatez subió en el primer intento.

Por eso la Real debe seguir la línea que le ha devuelto a la normalidad y cabe esperar que en ese camino la apuesta por Montanier sea tan acertada como parece. Porque en el entorno sólo se habla de posibles fichajes y es evidente que este club agradecerá que lleguen dos o tres buenos jugadores, pero lo más importante, lo que le ha dado éxito siempre, es confiar en la gente de casa.

Por eso será bueno que Montanier, antes de decidir los fichajes, no se limite a ver los vídeos de sus jugadores. Si Lasarte se hubiera fiado sólo de los videos y de las referencias que se encontró a su llegada a Donostia David Zurutuza no habría seguido en la Real.

La pretemporada empieza el 7 de julio y sería bueno que ese día haya más de 25 jugadores, entre los que tienen ficha del primer equipo y los del filial que apuntan mayor proyección, que partan de cero dispuestos a demostrar a su técnico que puede confiar en ellos. Hay un mes antes de ir a la gira italiana y ese tiempo puede permitir que Montanier tenga una información más precisa de todos sus jugadores antes de tomar decisiones.

Porque este año la Real no va a tener los 25,5 millones televisivos para fichar, sino 16, y con esos justo se llega a cubrir el presupuesto actual. Y con esos recursos es mejor fichar dos o tres jugadores buenos y sacar el máximo partido a los demás que creer que cualquier cosa a la que se pueda acceder será mejor. Así se fue la Real a Segunda tras firmar otro contrato televisivo muy bueno que tardó tres años en cobrar.