La continuidad del club, en juego
Cuenta atrás de apenas diez días para la supervivencia
La entidad se enfrenta hoy a un juicio en el que se le reclaman 47.000 euros por parte de varios exjugadores.
GARA | GASTEIZ
El día 30 se está aproximando como una espada de Damocles que puede acabar con la existencia del Alavés -caer a Tercera podría ser la puntilla del club-, a expensas de lo que pueda ocurrir con la incorporación de Saski Baskonia y el controvertido crédito de 800.000 euros que pretende avalar el Consistorio gasteiztarra ante las exigencias de la Caja Vital.
En ese corto y decisivo periplo, la entidad babazorra tendrá que hacer frente hoy a otro escollo. El club se enfrenta a un juicio por los incidentes concursales y los incumplimientos en el convenio de acreedores debido a una reclamación realizada por antiguos jugadores y que supone un montante total de 47.000 euros.
Por parecidos conceptos, el Deportivo Alavés está apremiado para el último día del presente mes. Su descenso administrativo se podría confirmar esa fecha si para entonces no abona los salarios de abril y mayo a la plantilla de 2010-11, que todavía tiene pendientes.
En estos momentos, el partido más importante lo juega el conjunto arabarra en el plano institucional para asegurar su continuidad. La ampliación de capital abierta desde el pasado diciembre no ha tenido repercusión entre la masa social y el futuro pasa por capitalizar 2,5 millones de euros. Saski Baskonia ha sido el único interesado en desembarcar, pero su plan de entrada tiene como gran condición la concesión de un crédito de dos millones de euros por parte de la Caja Vital.
Un préstamo polémico por las dudas sobre su legalidad, que ha derivado en una lucha política entre los diversos partidos y que ha servido para el nuevo regidor de Gasteiz, Javier Maroto (PP), como el mejor trampolín populista en su estreno en el cargo. Ante su anuncio de que el Ayuntamiento avalará los 800.000 euros exigidos por la Caja Vital se ha encontrado con la amenaza de Lakua -cuyo gobierno apoyan los populares- de que llevará el asunto a la Unión Europea.
El PSE se hará a un lado
Para aumentar todavía más el grado de incoherencia, el que fuera primer edil de la ciudad hasta las pasadas elecciones, el socialista Patxi Lazkoz, anunció ayer que dejará vía libre en la sociedad municipal Gilsa para que el PP disponga de mayoría, con el objetivo de que apruebe dicho aval, pese a reconocerlo como «ilegal, según el Gobierno vasco y la Intervención General del Ayuntamiento».
Con el ofrecimiento de su puesto del grupo socialista, y a la espera de la decisión que tome el PNV, el PP podrá aprobar en dicho órgano el contrato de sponsorización que, en teoría, posibilita el aval y financiar así al grupo inversor que aspira a hacerse con las riendas del club.
Para que el Alavés se mantenga, Lazkoz aseguró que su grupo «no va a suponer ningún obstáculo político, aunque tampoco, como es obvio, va a cometer ilegalidades», en lo que parece una actitud de dejar hacer al PP, pero sin el voto afirmativo del PSE a la propuesta. Lazkoz señaló que esta decisión se ha tomado «con el corazón» y subrayó que la política «está para resolver problemas y no para colgarse medallas ni titulares».
En este sentido, criticó que la situación de la entidad babazorra «requiere del consenso, al que todavía no se ha unido el PP», añadió que es una cuestión en la que se «trabaja desde hace varios meses» y censuró que ahora aparezca «un nuevo actor con soluciones mágicas», en alusión a la medida propuesta por Maroto.
Patxi Lazkoz insistió en que continúa «abierto a un encuentro para estudiar conjuntamente una solución y evitar así cualquier pérdida de tiempo» y confió en que la solución «para hoy no sea un problema más grave para el Deportivo Alavés el día de mañana».
El día 30 es la fecha tope para que el Alavés abone a la plantilla de la temporada recién finalizada los salarios correspondientes a los meses de abril y mayo. De lo contrario, se producirá su descenso administrativo a Tercera.
Es la cantidad estimada que se necesita para recapitalizar y reflotar a la entidad babazorra de las numerosas deudas a las que debe hacer frente a corto plazo. Su aportación dependerá de Saski Baskonia y de un crédito de Caja Vital.