La comisión encargada de llevar a cabo las reformas políticas para materializar los objetivos de la revolución en Túnez tras el derrocamiento del dictador Ben Ali está siendo blanco de las críticas de las dos formaciones a las que las encuestas más recientes atribuyen una mayor intención de voto, que no esconden su deseo de verla desaparecer.

Los islamistas del movimiento Ennahda suspendieron esta semana pasada su participación en los trabajos de la comisión e indicaron que la decisión podría ser definitiva.

Por su parte, el fundador del Partido Democrático Progresista (PDP), Ahmed Najib Chebbi, criticó duramente a la comisión, a la que consideró «poco representativa» porque sus miembros no son elegidos. «Cuanto antes desaparezca, mejor para el país», declaró a AFP.