Bildu pide un debate sobre la fusión y el PNV ve una «oportunidad histórica»
La coalición Bildu explicó ayer que el voto en contra de la fusión de las cajas vascas por parte de los consejeros de EA en Kutxa y Vital se debe a que se trata de un proyecto de bancarización que «no garantiza el carácter social» de la futura entidad. El PNV, mientras tanto, calificó el proceso de «oportunidad histórica» y se mostró esperanzado en que «nadie caiga en la tentación de querer quedar descolgado».
Joseba SALBADOR |
El acuerdo de integración de BBK, Kutxa y Vital para crear Kutxa Bank recibió el voto en contra de los representantes de EA en el consejo de administración de Kutxa y de Vital, decisión que fue secundada asimismo por los consejeros de EB, Aralar y CCOO en la entidad guipuzcoana.
En una nota de prensa, la coalición Bildu explica que la decisión de votar en contra está en consonancia con el programa electoral de Bildu, «que reivindica una caja vasca, fusionada, que respete y garantice la función social que siempre han tenido estas entidades».
La coalición considera también necesario que la nueva entidad «apueste por Euskal Herria, su ciudadanía y su tejido económico y social», mediante un modelo que se convierta en «una herramienta útil para colaborar en salir de la crisis económica y que respete una representación equilibrada de los herrialdes».
Sin embargo, Bildu lamenta que el proyecto aprobado «deja abierta la posibilidad a la privatización, no garantiza que en el futuro dicho proyecto no pase a manos privadas, como va a ocurrir ya en Caja Navarra, ni lo que pueda ocurrir con la obra social a partir del tercer año».
Por ello, la coalición independentista emplaza a abrir un proceso de debate «que posibilite un acuerdo amplio, sin prisas impuestas, respetando la voluntad de la ciudadanía y de las instituciones emanadas de las pasadas elecciones del 22 de mayo». A su juicio, este debate debería garantizar un proyecto financiero «acorde con el modelo que las cajas siempre han tenido y tan buenos rendimientos han aportado a la sociedad vasca».
La representante de Aralar en el consejo de Kutxa, Ainhoa Beola, coincidió con Bildu al señalar que «deberíamos tener la oportunidad de debatir sobre diferentes modelos, plantear alternativas» sobre la integración de las cajas, si bien se lamentó de que al consejo de administración se llevó «un modelo cerrado, para que se sigan dando pasos en esa dirección».
Tras denunciar que el modelo propuesto es «típicamente privado, basado en los principios capitalistas», reclamó que los órganos de dirección de las cajas reflejen la nueva realidad resultante de las pasadas elecciones forales y municipales.
El PNV, satisfecho
Por su parte, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, expresó su satisfacción por el acuerdo de integración y mostró su compromiso político para que el proceso culmine con éxito.
En conferencia de prensa, Urkullu calificó el proceso de fusión de «oportunidad histórica» porque «culmina un camino que se inició hace más de una década» y porque representa «el germen de una gran institución financiera vasca para el futuro».
El presidente del PNV afirmó que «la sociedad vasca debería aplaudir el paso dado por los consejos de administración de las cajas y animar a que nadie caiga en la tentación de querer quedar descolgado del proceso».
Urkullu negó también que haya cambiado la posición de su partido porque, a su juicio, el modelo elegido permite a las cajas «mantener su naturaleza jurídica original, su obra social y su arraigo y compromiso con la sociedad vasca».
El secretario general del PP de Araba, Javier de Andrés, reivindicó el papel de su partido en el incremento del peso que Caja Vital tendrá en el banco resultante, frente a una negociación del presidente de la entidad, Juan Carlos Zapatero, «que no ha sido buena». No obstante, aseguró que aún no está garantizado el apoyo de su partido. El líder del PSE-EE Txarli Prieto replicó al PP y defendió la postura de Zapatero en la negociación.
El centro de investigación Ekai Center, vinculado al Grupo Mondragon, asegura que la apuesta por convertir a las cajas vascas en un «gran banco» supone «alejarlo de nuestro tejido social y empresarial», lo que podría constituir un «error estratégico» de graves consecuencias.
En su último informe de junio, Ekai Center señala que la crisis financiera ha acreditado «hasta qué punto es importante el enraizamiento de la actividad crediticia en el entorno social y económico y hasta qué punto es perjudicial que las entidades financieras se desvinculen de este entorno».
En este sentido, sostiene que el modelo que este país necesita para garantizarse un futuro pasa por «un sistema financiero cercano, enraizado y vinculado a las pymes», ya que las pequeñas y medianas empresas «son el motor del desarrollo económico de este país».
«Las cajas de ahorro, junto a las sociedades de garantía recíproca y un sistema de capital riesgo reactivado, son, sin duda, el instrumento ideal para ello», sostiene Ekai Center.
Por otra parte, asegura que la crisis también ha demostrado la necesidad de «ser prudentes» en las políticas expansivas basadas en el endeudamiento bancario. «Parece claro que el eje de la política crediticia de este país no debería en ningún caso priorizar la captación de capital externo, sino más bien al contrario -añade- asegurar que el ahorro de nuestras familias y empresas se invierte en nuestro tejido social y empresarial» y no en entornos «más lejanos y, por tanto, más desconocidos e inseguros». J.S.
Bildu lamenta que el proyecto aprobado «no garantiza que no pase a manos privadas, como va a ocurrir ya en Caja Navarra, ni lo que pueda ocurrir con la obra social a partir del tercer año».