En una rueda de prensa convocada para valorar la fusión de las cajas de ahorros, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, hizo ayer alusión al comunicado que siete presos políticos han hecho público en diversos medios y «aplaudió» a los firmantes. Estos siete presos encarcelados en Langraiz, que no están integrados en el Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos (EPPK), son Kepa Pikabea, Joseba Urrosolo, Carmen Gisasola, Josu Garzia, Rafa Caride, Andoni Altza y Jurgi Oteiza.

Bajo el título «Socializar la reconciliación», el extenso texto comenta, entre otros puntos, que la izquierda abertzale «ha vuelto a recuperar, junto a EA y Alternatiba, el apoyo de la gran mayoría de la base social de Batasuna», haciendo alusión a los resultados electorales logrados por Bildu.

Además, aseguran que la lucha armada «se ha terminado» y que, si alguien decidiera continuar, «ya no sería ETA, sería algo marginal».

El texto incluye la petición de «reconocimiento, reconciliación y reparación de todas la víctimas».

También afirman que «los impulsores de Bildu tienen la responsabilidad y la llave para facilitar avances en el tema de los presos».