Duelo vecinal en la premiada película argentina «El hombre de al lado»
M.I. | DONOSTIA
Desde hace dos años «El hombre de al lado» no ha parado de acumular premios en todo el mundo. En Mar del Plata, en Nueva York, en Sundance, en Toulouse o en Lleida. El trailer de la película se ha hecho famoso, al respetar entera la escena en la que dos intelectuales escuchan una pieza musical de vanguardia, llegando a confundir los golpes del vecino en la pared con un efecto sonoro de la grabación.
La pareja de realizadores que integran Mario Cohn y Gastón Duprat ya tocaron la caricatura del esnobismo en su anterior largometraje «El artista», que no obtuvo la misma repercusión internacional. Después de revolucionar la televisión de su país también han impactado en el público que acude a los cines, obteniendo una repercusión comercial nunca antes vista en una producción tan independiente.
Parte del fenómeno social se debe a la intuición de rodar en un edificio emblemático como la casa Curutchet, la única construida en América del Sur por Le Corbusier. Para el inquilino elitista supone toda una afrenta que el vecino patán se atreva a hacer reformas en ella sin permiso.