Bildu abre los ayuntamientos a los vizcainos y recorta salarios abultados
Bildu aprovechó que hoy se cumplen dos meses desde que los ciudadanos convirtiesen a la coalición en la segunda fuerza de Bizkaia, y primera en muchas localidades, para dar a conocer las primeras decisiones que han adoptado en los 35 ayuntamientos del herrialde donde gobiernan. Los recortes a los sueldos de alcaldes y dietas de corporativos, así como impulsar la participación vecinal real en las instituciones, son algunas de las medidas adoptadas de inicio.
Agustín GOIKETXEA |
Las alcaldesas de Sopela y Arrankudiaga, Saioa Villanueva e Itziar Duoandikoetxea, junto al primer edil de Meñaka, Aitor Ugarte, comparecieron ayer en Bilbo para dar a conocer las primeras decisiones que han adoptado ellos y otros representantes de Bildu en los consistorios vizcainos donde obtuvieron representación, especialmente en aquellos que gobiernan.
Villanueva resaltó que la razón de los excelentes resultados cosechados el 22-M es que algunas personas han votado por primera vez una opción distinta al PNV, eligiendo a la coalición que ha aglutinado fuerzas de izquierdas y soberanistas por «el cambio y la normalización democrática». «La alternancia democrática -subrayó- es una de las bases de la normalización política, más aún en un territorio en el que muchos de los derechos políticos y civiles han sido denegados».
Tras reiterar el agradecimiento a todos los que depositaron la confianza en ellos, explicó que, ante la «crisis aguda» en que se encuentran algunos ayuntamientos fruto del «capitalismo salvaje y la política realizada a merced de los empresarios», han decidido bajar los sueldos de alcaldes y ediles.
«La crisis no puede convertirse en excusa para recortar los servicios públicos. Sin embargo, es una óptima oportunidad para suprimir los privilegios de los que muchos políticos han estado disfrutando durante los últimos años», enfatizó Villanueva. Sirvan como ejemplos que en Urduña, con mayoría absoluta, Bildu ha aprobado nuevas retribuciones económicas que suponen 3.492 euros mensuales frente a los 15.300 del equipo de gobierno del PNV, lo que conlleva un ahorro de 11.841 euros mensuales; se ahorrarán al año 568.368 euros. Carlos Arranz percibirá 2.300 euros brutos al mes frente a los más de 4.300 del jeltzale Ricardo Gutiérrez.
En Lekeitio, la alcaldesa, Maitane Larrauri, se ha rebajado el salario un 20%. En Ondarroa, Argia Ituarte cobrará una cantidad similar a su sueldo de profesora -su anterior ocupación- y, además, han reducido los cargos de confianza de tres a dos. En Lemoa, el recorte ha sido del 33% en el sueldo de la también alcaldesa Saioa Elejabarrieta.
La primer edil de Zaldibar, Arantza Baigorri, cobrará un 12% menos que la jeltzale Idoia Mendiolagarai, cuyo sueldo bruto rondaba los 44.394 euros, ajustándolo al que tenía la representante de Bildu en su puesto de trabajadora social. En Gamiz-Fika han desaparecido las liberaciones y en Larrabetzu, Asun Gaztelu, recibirá un salario de 35.000 euros frente a los 39.400 que percibió en el pasado mandato Tomas Ordeñana, un 11% menos. El caso es que el militante del PNV se embolsó 48.000 euros en la legislatura 2003-2007 y tuvo que rebajárselo por una iniciativa de los ediles de la izquierda abertzale e independientes.
«Los hombres y las mujeres que conformamos Bildu no hemos llegado a las instituciones públicas para enriquecernos a costa del dinero público y queremos dejar claro -remarcó Saioa Villanueva- que, en los ayuntamientos que representamos la oposición, denunciaremos tanto a políticos como a partidos que actúen guiados por la avaricia». Ya lo han hecho en Portugalete y Barakaldo, gobernados por el PSE; partido que junto al PNV lo ha rechazado en Berango y en otras localidades.
«En manos de los ciudadanos»
Itziar Duoandikoetxea explicó que tratan de ir más lejos, de poner los consistorios «en manos de los ciudadanos», y por ello en estas seis semanas han impulsado la creación de juntas municipales participativas, «abiertas a todos los representantes políticos votados, con las puertas abiertas a agentes sociales y dando la bienvenida a la participación de las asociaciones».
La primera edil de Arrankudiaga citó, además de su pueblo, a Zeberio, Larrabetzu, Dima, Zaldibar, Lekeitio y Ondarroa. En ésta, el PNV han declinado participar en las tareas de gobierno y presidir alguna comisión, pese a la invitación de Bildu.
En la mayoría de los 35 municipios dirigidos por la coalición, los plenos serán por la tarde; en otros, como es el caso de Galdakao, también por haberlo aprobado la oposición, que es mayoría. Desde Bildu, se acusó a los representantes jeltzales en ese municipio de Hego Uribe «de seguir instalados en viejos esquemas de gestión, cerrados a cualquier participación ciudadana». En cambio, los corporativos de la coalición creen «que es posible y necesario otro modo de gestionar las instituciones públicas».
A pesar de las ansias que tienen alcaldes y ediles de Bildu de variar las políticas municipales, no está siendo fácil, como reconoció la alcaldesa Saioa Villanueva, que en Sopela ha visto cómo sus propuestas han sido bloqueadas por la mayoría que conforman PNV, PSE y PP.
En el primer pleno ordinario del mandato, los dos partidos unionistas y los jeltzales sumaron fuerzas para rechazar las iniciativas de la coalición soberanista. Así, votaron no a las propuestas para reducir el gasto; a que disminuyan las comisiones, lo que supone menos desembolso en dietas para los concejales; y al recorte en los salarios de los políticos.
La oposición, denuncian desde Bildu, defendió el anterior organigrama municipal y, por ende, todos los gastos que conllevaría. «Llegaron a rechazar la liberación de la alcaldesa, del teniente alcalde y de un asesor, estructura de gobierno que es exactamente la misma que la que tenía el PNV en la anterior legislatura pero, eso sí -aclararon desde la coalición-, en la propuesta de Bildu se ahorraban 30.000 euros en sueldos, ya que los salarios de los cargos de Bildu se reducen en un 25%».
«Estos partidos tendrán que explicar a los sopeloztarras por qué han decidido bloquear todas las iniciativas del nuevo gobierno y por qué razón no aceptan ahorrar a los hombres y mujeres de Sopela más de 30.000 euros anuales. Deben darle cuenta de su incalificable actitud», remarcó Villanueva ayer en rueda de prensa.
En otros municipios, es el caso de Igorre, los jeltzales han puesto pegas a que el alcalde no cobre del erario público y mantenga su empleo. A.G.
Bildu recordó la decisión de doscientas familias ondarroarras de terminar con su campaña de desobediencia civil, iniciada en 2005, porque «han recuperado los derechos democráticos».
Técnicas de Igualdad han comenzado a trabajar en diversos consistorios en las nuevas áreas creadas, como por ejemplo en Lekeitio y Zaldibar. En Zeberio, se ha creado otra para los barrios y los jóvenes.
