Gloria LATASA | gloriameteo@hotmail.com
Nubes medias
El género altostrato (As) no tienen especies (todos son muy similares) pero sí diferentes variedades: traslúcidos, opacus, duplicatus, undulatus y radiatus. El Altocúmulo (Ac), por el contrario, sí presenta diferentes especies como stratiformis, lenticulares, castellanus, floccus y undulatus. Y diferentes variedades como traslúcidus, perlúcidus, opacus, radiatus y lacunosus.
El aspecto de los altostratos se asemeja a un manto grisáceo y uniforme que puede cubrir parcial o totalmente el cielo. Cuando contiene alguna zona no muy espesa puede dejarnos ver el sol como a través de un grueso cristal opaco. Este tipo de nube no suele dar lugar a la aparición de halos.
La llegada de altostratos es señal de que se acerca un frente cálido y de que la lluvia no tardará mucho en aparecer. Tan sólo es necesario que se conviertan en nimbostratos para que comiencen las precipitaciones. De hecho, cuando el aspecto de ambas nubes es tan similar que no somos capaces de distinguirlas, la propia lluvia nos indica que se trata ya de nimbostratos.
Los altocúmulos tienen la apariencia de baldosas (cielo empedrado) predispuestas en mantos de color blanco y/o gris y con sombras propias. Cada uno de sus elementos puede estar suelto o puede estar soldado con los que tiene alrededor. En cualquier caso, dispuestos con bastante regularidad. En sus partes menos espesas pueden dar lugar a iridiscencias.
La presencia de altocúmulos aislados en medio de una presión estable puede ser señal de buen tiempo. Si, por el contrario, aumentan paulatinamente a lo largo del día nos están indicando que un sistema frontal se aproxima. Este tipo de nube puede generar fenómenos ópticos como irisaciones en sus bordes.
Asociados a la llegada de un frente altocúmulos y altostratos pueden verse a la vez en el cielo abarcando miles de kilómetros cuadrados.
