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Lo posibilista es agitar el tablero fiscal

Iñaki IRIONDO

Está claro que ni el PNV que manda en la Diputación de Bizkaia ni el PP que ha colocado a un representante de la patronal al frente de la Hacienda de Araba tienen intención alguna de afrontar una reforma fiscal en los parámetros en los que ahora ha situado su discurso el PSE, acercándose a las propuestas que durante la campaña estuvo defendiendo casi en solitario Bildu. La situación habría sido distinta si Ezker Batua no hubiera decidido echar por la borda cualquier criterio de racionalidad. Los compromisos que estaba dispuesto a suscribir el PNV en este territorio habrían permitido, al menos, abrir un debate en el seno del EBB y una correlación de fuerzas distinta en el Órgano de Coordinación Tributaria. Pero agua pasada ya no mueve molino (salvo que un cambio de representación de EB en las JJGG de Araba permitiera una moción de censura), así que éste es el mapa institucional con el que habrá que afrontar el debate fiscal.

En este contexto, todo hace indicar que, si lo que se pretende es poner la armonización entre los tres territorios como el bien supremo a salvaguardar, PNV y PP van a utilizarlo para frenar cualquier tipo de reforma que pretenda que los que más ganan y mayores beneficios obtienen paguen más. El lehendakari, por mucho que pretenda aparecer como el líder de la CAV, pocas competencias tiene en esta materia. Por lo tanto, si el PSE va en serio, la fórmula más posibilista es alcanzar un acuerdo en esta materia con Bildu y Aralar en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Sólo agitando el tablero fiscal desde uno de los territorios, dando una buena sacudida, será posible sacar de su inmovilismo a aquellos que demuestran estar muy cómodos en la situación actual.

CCOO demanda equidad y eficiencia

Unai Sordo, secretario general de CCOO de Euskadi, planteó ayer la necesidad de establecer nuevos tramos en el IRPF para las rentas más altas, incrementar el Impuesto de Sociedades hasta aparejarlo al nivel del Estado español y restablecer el Impuesto de Patrimonio, que fue eliminado justo en el inicio de la crisis económica. Sordo compareció acompañado por Antxon Tomasena, del Gabinete Técnico.

CCOO defiende la necesidad de un cambio en materia de política fiscal para que prevalezca la equidad, que «quiere decir que hay que distribuir esos esfuerzos en la recaudación entre los distintos colectivos de ciudadanos», lo que lleva a que «el que más tiene debe pagar más, al margen de la fuente de la que se obtengan los recursos».

Pero Sordo y Tomasena remarcaron que también es necesaria la «eficiencia» en materia fiscal, porque «de poco serviría hacer enunciados grandilocuentes sobre determinada reforma fiscal si a la hora de la verdad esas medidas no tienen ningún efecto o -precisaron- pudieran tener efectos de una menor recaudación». También manifestó Sordo que «las diputaciones son las que tienen capacidad recaudatoria» e instó a mantener una única política fiscal porque «no parece razonable que en un país de dos millones de habitantes se puedan establecer tres modelos fiscales distintos». Pidió que «se exploren todas las opciones de armonización fiscal y que, en todo caso, las diputaciones acometan una política valiente de incremento de la recaudación para poder hacer política pública». Juanjo BASTERRA

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