TOUR 2011 Consiguió su tercera victoria de etapa en la prueba tras las logradas el año pasado en Morzine Avoriaz y el Tourmalet
«Tenía esta etapa metida en la cabeza para apostar a todo o nada»
Andy Schleck agradeció el apoyo del equipo en la jornada que tenía marcada para atacar y confirmó que estaba previsto intentarlo de lejos a pesar de la desventaja del viento. «No descarto a Contador como candidato al triunfo, pero se ha visto que no es invencible».
Joseba ITURRIA | LE MONETIER LES BAINS
Andy Schleck se mostraba satisfecho en la cima del Galibier tras conseguir su victoria más brillante en el fondo y en la forma para reconducir una clasificación general que se le complicó el martes al bloquearse en la bajada del col de Manse.
Ya entonces no dio importancia al minuto perdido. Tenía previsto lanzar un ataque para dar la vuelta a la situación y para ello desvelaba ayer «que tenía esta etapa metida en la cabeza. Tenía que arriesgar, jugármelo a todo o nada, y ha salido bien y estoy muy contento por mí, pero también por el equipo. Todos los compañeros han trabajado muy bien y este resultado nos da mucha motivación a todos para los dos días que faltan».
Le plantearon que el riesgo que asumió era grande porque él mismo había advertido de la dificultad que tenía el tramo desde el alto del Izoard al col de Lautaret, en el que pegaba el viento de cara: «Es mi carácter, no tengo miedo de perder. Si querían venir a por mí, tenían que pelear, pero esta etapa la tenía en la cabeza todo el tiempo. Me sentía súper bien en el transcurso del día y he conseguido ganar, soy segundo de la general y mañana -por hoy- viene una etapa importante».
Rechazaba sentirse decepcionado por quedarse a quince segundos de arrebatar el liderato a Voeckler y elogiaba al corredor del Europcar: «Thomas sorprende a todo el mundo y es maravilloso para el ciclismo lo que está haciendo un corredor que no venía para aspirar a las primeras posiciones del Tour. Yo quería coger el maillot amarillo en el Galibier, pero estoy muy contento con lo conseguido».
Perdió el liderato en el último tramo: «Llevaba sesenta kilómetros en cabeza y al final no podía más. Se me ha hecho largo el último tramo. Pero en Alpe d' Huez tenemos otra oportunidad para coger tiempo y el maillot».
Todo por el amarillo
En la misma línea, cuando se le recordaba la forma en la que Contador le arrebató el maillot amarillo el año pasado por el salto de cadena y le preguntaban por el madrileño, Andy Schleck respondió que «no pienso que está descartado, pero se ha visto que es posible ganarle, que no es invencible. Voy a batirme hasta el final por el maillot amarillo y estoy contento con la victoria y por la forma en la que todo el equipo Leopard ha asumido la responsabilidad de hacer la carrera hasta el final».
Thomas Voeckler se mostraba feliz en la meta del Galibier por mantener el amarillo por quince segundos: «En 2004 fue por 22 ante Armstrong en Plateau de Beille y esta vez por menos aún. Era inesperado mantenerlo en Luz Ardiden, lo era en Plateau de Beille y en el Galibier... ». También le dijo a Andy Schleck en el podio que le iba a quitar el maillot hoy en el alto de Alpe d'Huez, aunque en su rueda de prensa destacó que «Cadel Evans ha subido muy fuerte y para mí es el favorito para la victoria final. Andy también ha hecho una gran etapa, pero la subida de Evans ha sido impresionante. No tengo calificativos».
Se mostró satisfecho con su actuación y, ante la euforia que se ha levantado entre los periodistas franceses, uno le preguntaba si se ve ganador del Tour. Respondía que «he perdido en tres días seguidos tiempo y hay que ser objetivo. Tras ver el gran número de Andy y lo que ha hecho Evans, yo estoy contento con mi nivel. Tengo la moral, ¿cómo no voy a tenerla cuando soy el maillot amarillo?, pero en lo único que pienso ahora es en regresar al hotel y recibir el masaje porque tengo un gran dolor en las piernas. He llegado muy justo a meta, con problemas para respirar. Se notan los 2.645 metros de altitud».
Preguntado por las referencias que tenía para salvar el amarillo, señaló que «mi objetivo era mantener el maillot, pero tras saber que Andy tenía cuatro minutos me he limitado a seguir a los demás. Luego lo he dado todo en los últimos 300 metros para mantenerlo. En Alpe d'Huez todo el mundo sabe que Andy sube mejor que yo, pero no quiero decir lo que va a pasar». Joseba ITURRIA
Sólo 79 ciclistas llegaron ayer en el límite previsto para acabar la etapa, pero la organización decidió repescar a los 89 que llegaron fuera de control. Entre ellos estaba Mark Cavendish, al que se le penalizó con veinte puntos en la clasificación de la regularidad, en la que sigue líder, pero sólo con quince puntos de ventaja sobre Rojas.
El corredor luxemburgués no se llevó sólo los premios correspondientes al ganador de la etapa, sino que además recibió una prima de 5.000 euros y el premio Henri Desgrange por pasar en cabeza por la cima más alta del Tour. Hoy se acaba en otro puerto mítico como Alpe d'Huez, en el que ganó su hermano Frank en 2006. Andy intentará poner su nombre hoy en la cima alpina.
