El consejo de administración de Bilbao Ría 2000 decidió ayer finalmente sacar a concurso público las obras para las 612 viviendas protegidas previstas en el área de Garellano, tras constatar que los socios de esta sociedad -Ayuntamiento, Diputación y gobiernos español y autonómico- «no han podido realizar, debido a la situación económica, el esfuerzo necesario» para hacerse con las parcelas.

En concreto, los 612 pisos protegidos de Garellano se comercializarán en dos lotes diferentes. El primero está formado por las parcelas 1, 2 y 3, con un total de 310 viviendas (175 VPO y 135 VPT) y un precio de 11 millones de euros, mientras que el segundo comprende las parcelas 4, 5 y 6, que engloban a 312 viviendas (148 VPO y 154 VPT), por un montante de 12,3 millones.

Una vez que se tome la decisión sobre a qué promotores adjudica estos dos lotes, lo que está previsto que suceda a finales de 2011, los adjudicatarios dispondrán de un máximo de doce meses para realizar el proyecto, buscar la financiación y comercializar las viviendas.

Cumplidas estas premisas, se llevará a cabo el otorgamiento de la escritura de compraventa a los promotores, momento a partir del cual los adjudicatarios deberán comenzar las obras en un plazo de 12 meses para las VPO y de 24 para las VPT, y deberán concluirlas en un plazo máximo de 48 meses (VPO) y 60 meses (VPT). Por todo ello, a finales de 2016 estarán listos los bloques de VPO, mientras que los de VPT en 2017.

En referencia al hecho de que de los socios no hayan comprado ninguno de los solares tras el derecho de preferencia que la sociedad se comprometió a otorgarles a finales de 2009, el alcalde señaló que «no ha podido ser, porque estas instituciones querían pero no han podido, y por tanto sale a concurso».

Iñaki Azkuna indicó que Bilbao Ría 2000 «tiene muchos problemas, debe cumplir con los compromisos que tenía, y precisamente para eso se ha endeudado, así que lo que no podemos hacer es meternos en libros de caballería».

Desearon que el numero de concurrentes sea «suficiente para animar el mercado y obtener unas ofertas lo más atractivas posibles», aunque teniendo en cuenta, como apuntó Azkuna, que «en este país no andan boyante ni los de la lotería, y lo que hace falta es que los promotores consigan financiación».