La etapa de ayer no entraba en los planes de los favoritos para llevarse el triunfo final del presente Tour. Sólo en los mejores sueños había imaginado Andy Schleck su victoria en el Galibier. No por no tener condiciones físicas -que quedó más que demostrado-, sino por la manera en que la logró.

Y, al igual que la extraña manera de la victoria del hermano pequeño de los Schleck, el final de etapa también fue algo inusual en cuanto a declaraciones de los protagonistas. Debido a la situación geográfica del Galibier, sólo los elegidos pudieron atender a los medios de comunicación en la mítica cima.

Alberto Contador fue uno de ellos. El corredor madrileño del Saxo Bank dejó más que claro tras la etapa que «la victoria ya está imposible. He tenido un mal día. La piernas no me han respondido y en los 10 últimos kilómetros tenía una flojera increíble. Ha sido un día muy duro desde el principio».

El triple vencedor del Tour admitió la exhibición de Andy Schleck: «Andy ha jugado sus bazas de manera inteligente. Metió compañeros en la escapada y ha hecho una gran etapa, hay que darle la enhorabuena».

Alberto Contador también indicó que tuvo que bajar al coche de los médicos para que le suministraran un analgésico que calmara los dolores que sufrió en la rodilla derecha. «No me esperaba esto, pero estoy acostumbrado a pasar por diferentes situaciones. Ahora pienso en descansar, estoy agotado y ya pienso en mañana [por hoy]».

«Las ilusiones se van»

Contador no fue el único que perdió casi todas sus opciones de subir al podio final del Tour. Samuel Sánchez reconoció que «las ilusiones se van», aunque recalcó que «tampoco es un drama. Hay que seguir hasta París. El equipo ha logrado sus objetivos, que era ganar una etapa, y hay que seguir luchando».

«No había piernas -siguió-, he pasado un mal rato al final. En el Izoard iba mal y en el Galibier traté de no explotar. El ciclismo es así, estamos sujetos a estos cambios».

Aunque todavía quedan dos etapas antes del paseo por los Campos Elíseos -la de hoy con final en Alpe d´Huez y la contrarreloj de Grenoble de mañana-, Samu indicó que «es complicado que haya un milagro. Los hermanos Schleck han mostrado que están bien y será difícil recuperar. Andy Schleck ha dado la vuelta a la carrera pero mañana [por hoy] debe atacar».

A falta de más declaraciones de los corredores, fueron varios directores los que hablaron sobre la dura jornada. Así, Kim Andersen (Leopard) se mostró muy feliz: «Ha sido una súper jornada. Nos ha costado mucho esfuerzo pero al final hemos tenido resultados. Andy estaba muy motivado, quería hacer una gesta como ésta. Yo le dije que era muy difícil, que había mucho viento de frente, pero se ha lanzado. Maxime Monfort ha estado extraordinario, ha hecho un esfuerzo enorme y luego el propio Andy ha conseguido una gran subida al Galibier».

BMC: «Todo es posible»

Jim Ochowitz, director del BMC, también mostró su satisfacción: «Creo que hoy [por ayer] hemos hecho una buena operación con Cadel Evans. Ha mostrado que está muy fuerte. El Tour está lejos de haber terminado para nosotros, todo es posible de aquí al domingo».

La cara negativa la mostró Bjarne Riis, director del Saxo Bank: «Alberto (Contador) va a pasar una noche muy difícil. Tenía incluso intención de atacar, pero no se ha sentido bien y cuando pasa esto no se puede hacer nada. Ahora ya va a ser muy difícil ganar el Tour».

El triunfo de Andy Scheck dará mucho que hablar en los próximos días y años. Un puro vencedor como es Eddy Merckx, ganador de la ronda gala en cinco ocasiones, se refirió al luxemburgués de estamanera: «Ha sido una gran gesta de Andy Schleck, cómo ha atacado en el Izoard y luego ha aguantado en Lautaret. Creo que ha escrito una gran página del ciclismo, estoy impresionado. La historia del ciclismo se escribe con etapas como ésta, con ataques desde lejos. Ahora el Tour está muy abierto. Incluso Voeckler es candidato si conserva mañana el amarillo. Evans ha demostrado que está muy fuerte con una gran persecución. Se decidirá en la contrarreloj».