El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, manifestó ayer en Atenas su satisfacción por el acuerdo de ayuda a su país cerrado por los socios europeos y se comprometió a seguir aplicando las reformas necesarias para sanear la economía helena.

«Con la decisión de ayer [por el jueves] se garantiza que la deuda griega sea sostenible, el cumplimiento de las obligaciones de pago del país y un paquete para el crecimiento de la economía griega», declaró.

El rescate incluye 109.000 millones de euros que aportarán los socios europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI), más otros 49.000 millones que vendrán de los bancos acreedores. El programa para el crecimiento y la competitividad de la economía griega se gestionará a través de fondos estructurales facilitados por la UE.

El jefe del Gobierno heleno subrayó que «Grecia debe seguir sus esfuerzos para cambiar, porque sin ello todo se verá perdido», y añadió que la aplicación de un programa de austeridad, reformas y privatizaciones constituye «la única forma de librar a nuestros hijos de la amenaza de la quiebra y de corregir las posibles injusticias debido a lo apresurado de las medidas».

Por vez primera, un estado de la zona euro se enfrenta a una situación de impago, un riesgo al que el resto de países se ha resignado como mal menor, preferible al colapso total.

La canciller alemana, Angela Merkel, mostró su confianza en que Grecia cumpla con las condiciones del segundo rescate y aseguró que su Gobierno «hará todo lo posible» para ayudarle, porque Europa ahora necesita «solidaridad» para afrontar la crisis y que el coste de este proceso «se reduzca al mínimo para los contribuyentes».

Además, Merkel se mostró a favor de la creación de un Fondo Monetario Europeo (FME) cuando se de por zanjada la actual crisis de la deuda.

Fitch ya habla de «impago»

La agencia de rating Fitch, una de las tres grandes, ya anunció ayer su intención de calificar de «impago restringido» la situación de los bonos griegos. «No obstante, la reducción de los tipos de interés y la extensión de los vencimientos pueden ofrecer a Grecia una oportunidad para volver a tener solvencia, a pesar de los tremendos desafíos que afronta», matizó la agencia.