Alberto Contador devolvió al ciclismo ayer a los tiempos de las gestas grabadas en blanco y negro con una etapa épica. Atacó y rompió la carrera de salida porque sólo Andy Schleck pudo seguirle y, tras ser atrapados por todos los favoritos poco antes de llegar a Alpe d´Huez, atacó de nuevo y sólo en los últimos kilómetros le superaron Pierre Rolland, ganador de la etapa y nuevo maillot blanco, y Samuel Sánchez, que aseguró la presencia de Euskaltel en el podio final como rey de la montaña.

Es el único maillot que tiene un dueño, porque el Tour llega a su penúltimo día con todo lo demás por decidir. El amarillo se lo disputarán hoy en la crono de Grenoble sobre 42,5 kilómetros Andy Schleck y Cadel Evans, tras arrebatar el luxemburgués el liderato ayer a Thomas Voeckler.

El líder del Europcar perdió 2:25 en la meta al pagar las energías gastadas sin sentido cuando se quedó en el Telegraphe a mitad de terreno entre el grupo en el que iban Contador y Andy Schleck y el pelotón del resto de favoritos. Hizo muchos kilómetros por encima de sus posibilidades en lugar de esperar a Evans. Pero también ayudó a dar espectáculo a la carrera.

Después de años en los que el ciclismo parecía programado en un ordenador y en el que todo respondía a lo esperado, este deporte ha recuperado en este Tour la esencia espectacular que le ha hecho levantar pasiones. Si el ataque de Andy Schleck a 60 de meta hizo recordar gestas antiguas, Contador demostró su casta y orgullo al atacar casi de salida. Andy le siguió y la carrera se rompió desde el inicio.

Tras formarse una escapada inicial en la que Euskaltel colocó a Gorka Izagirre y Pablo Urtasun, Contador lanzó la carrera desde el kilómetro 15, en el comienzo del Telegraphe. Mandó trabajar al Saxo Bank y atacó en compañía de Andy Schleck. Aunque en un principio les aguantaron Evans y Voeckler, al final cedieron. El líder se cebó de manera poco inteligente en tierra de nadie mientras que el australiano, con problemas en las piernas y en el cambio, prefirió subir el Telegraphe con el abrigo de su equipo, aunque llegara a estar a dos minutos del madrileño y el luxemburgués.

Al final Evans tuvo que asumir el peso de la persecución y consiguió coronar el Galibier a apenas medio minuto, mientras que Samuel saltaba para empalmar con el grupo de Contador y Andy Schleck. A pesar del entendimiento entre los tres, Evans tuvo el apoyo de Casar y consiguieron cazar a 24 kilómetros de meta, mientras que Voeckler y Basso empalmaron poco antes del inicio de Alpe d'Huez. Sólo quedaban por delante Rolland (Europcar) y Hesjedal (Garmin) en un inicio de Alpe d'Huez en el que atacó Evans, pero Leopard anuló su tentativa y luego Contador lanzó su segundo ataque.

Gran remontada de Samuel

Samuel Sánchez salió por detrás para buscar la etapa y tuvo la mala suerte de que Pierre Rolland le cogió la rueda y no la soltó. Le pidió relevos, pero no se los dio. El asturiano no tenía elección. Tenía la opción de luchar por la etapa porque iba más fuerte que Contador y además estaba en juego el maillot de la montaña porque Andy Schleck marchaba por detrás.

Cuando cogieron al madrileño, Rolland atacó y los dos aliados no tuvieron ya fuerzas después de la épica etapa. Samuel tenía que conformarse con otro segundo puesto en Alpe Huez y con el maillot de la montaña.

Euskaltel partía con el objetivo de pisar por vez primera el podio de París y no podrá hacerlo por acabar entre los tres primeros, pero su victoria en Luz Ardiden, la montaña y el séptimo puesto en la general son un gran resultado. Haimar Zubeldia tuvo un mal día y perdió 12:28 y dos puestos en la general. No podrá acabar en el Top 15.