Sandro Gentile y Nicolo Melli son, sin duda, los dos mejores jugadores de la selección italiana, aparte de ser de los más destacados de este Eurobasket sub 20 que ayer vivió su ronda de cuartos de final. No obstante, tal preponderancia en el juego azzurri es un arma de doble filo y, lo que es ayer, casi le costó caro.

Entre ellos dos lanzaron 31 de los 56 lanzamientos de la escuadra transalpina, anotando 50 de los 78 puntos -27 Gentile, 23 Melli- de su equipo. No obstante, semejante «licencia» vuelve muy previsible el juego italiano, sobre todo por parte de un Gentile, por mucha calidad que atesore, terminará por ser contraproducente para sus intereses.

Montenegro murió con las botas puestas. El resultado de 78-67 es ciertamente engañosa en un duelo mediatizado por un primer cuarto alucinante de la selección italiana, que endosaría un 25-6 a su rival.

Montenegro está acostumbrado a lidiar con grandes desventajas sin venirse abajo, y esta vez no iba a ser distinto. Aprovechando que la primera unidad italiana descansaba, la escuadra balcánica comenzó a enjugar la renta transalpina, con un juego coral en ataque, basado en primer término en varias penetraciones de Ivanovic y la aparición de Dubljevic -decepcionante a pesar de sus 17 tantos y 12 rebotes-, y una defensa mucho más sólida, ante una Italia que cometía el error de ponerse en las manos de Gentile.

Tras llegar vivos al intermedio, 39-29, los de Mihailo Pavicevic poco a poco remontaban ante una Italia al que le estaban afectando los nervios, aunque lograban mantenerse por encima gracias a la clase de sus mejores hombres y a los tiros libres -lanzarían 10 más que su rival, 24 ante 14-. Un triple de Kanacevic y una penetración suicida de Ivanovic lideraron un parcial de 0-7, culminado con una canasta tras rebote ofensivo de Todorovic. Italia pedía tiempo muerto porque veía que su ventaja quedaba en casi nada: 47-45. Montenegro se mantenía definitivamente en la brecha al final del tercer cuarto: 50-47.

A falta de tácticas, el final iba a ser todo corazón. Montenegro lograba adelantarse 50-51 tras un triple de Dukanovic, pero Gentile respondía con una elegante suspensión. Melli no podía ser menos y culminaba un parcial de 7-0 para los azzurri con un triple en la cara de su defensor. El técnico italiano Stefano Sacripanti resoplaba. No le faltaban razones para ello.

La gasolina se le agotó antes de tiempo a la selección balcánica, que aun así pelearía cada balón -lograría 25 rebotes ofensivos-.Los sempiternos Gentile y Melli, además de Moraschini, que anotó una suspensión vital desde cuatro metros, no fallaron, por contra. Damjanovic le dio algo de vida a su combinado con un triple desde la esquina, pero el omnipresente Gentile le respondió con un misil desde siete metros, y Melli casi decidía este emocionante cruce con un triple frontal, seguido de un robo rubricado desde la línea de tiros libres.

Westermann, amo y señor

Italia, no obstante, deberá mejorar muy mucho si quiere superar a Francia, por mucha calidad que atesoren Gentile y Melli, porque la solidez defensiva de Francia, que derrotaba por 68-59 a Alemania en el partido que inauguraba la ronda de cuartos.

Aunque su juego no termine de apasionar, los 19 puntos de Leo Westermann, auténtico amo y señor del duelo, sumado a un porcentual en el triple que en los 30 primeros minutos llegaba al 60%, los de Jean-Aymé Toupane -9 de 15- dieron buena cuenta de una Alemania que se supo inferior, pero que a base de voluntad, y de 14 puntos consecutivos en el último cuarto de su pívot suplente Kramer, puso en más apuros de los esperados al combinado bleu.

Francia tuvo dificultades para poder contrarrestar sus propios nervios y a una Alemania sin nada que perder. Esto le sucedió en el inicio y en la parte final, porque durante el tercer cuarto llegó a alcanzar una renta de 18 tantos, y mantuvo ventajas superiores a la decena hasta el sprint final.

Tras el 32-23 con el que se fue el duelo a vestuarios,el choque se rompió. Un inspiradísimo Leo Westermann guió a la perfección a los suyos, para que la renta francesa llegara a los 18 tantos, 46-28, tras un triple de un Fournier apagado, ante una Alemania voluntariosa que rebajó su desventaja con un parcial de 0-10. Un triple de Lauvergne más otro de Kahudi volvió a abrir la brecha para los franceses, que campeaban en el último cuarto por 52-39.

El último período parecía quedar a beneficio de inventario, pero se alocó después de que Kramer pusiera a los teutones a cinco, 62-57. Francia paró la andanada alemana gracias a varias canastas de Kahudi.