Italia rompe los vaticinios, los prejuicios y hasta sus propios vicios
La escuadra transalpina superó a Francia en una gran semifinal a base del coraje de su colectivo. Con Melli apagado y Gentile fallón, De Nicolao, Polonara, Baldi Rossi y Moraschini fueron los héroes.
Arnaitz GORRITI I
Las apuestas más seguras pueden devenir en las más arriesgadas, y los prejuicios pueden saltar por los aires. La selección francesa, favorita indiscutible e indiscutida para llevarse el oro de este Eurobasket sub 20 de Bilbo, se topó con una Italia grandiosa que volteó no sólo los pronósticos sino sus propios defectos y vicios.
Porque, en efecto, Sandro Gentile volvió a ser el máximo anotador con 21 tantos, pero volvió a jugarse 18 de los 53 tiros de su equipo, mas el cuadro entrenado por Stefano Sacripanti no se impuso gracias al alero de la Benneton. Al menos, no sólo.
Con Melli apagado, aunque valiente, fueron varios secundarios como los bases De Nicolao -desquició por completo a Westermann- y Moraschini -anotó varias suspensiones imposibles y dejó sentado al pívot Lauvergne para marcarse el mate del partido-, y los pívots suplentes Polonara y Baldi Rossi quienes brillaron en la más dolorosa derrota de la selección bleu.
Francia no podrá revalidar el oro cosechado el año pasado porque ayer se encontró con una Italia que hizo los deberes. A pesar de mostrar un enorme poderío reboteador, el cuadro francés vio cómo su cerebro, Léo Westermann, gripaba. Desquiciado por De Nicolao, que lo buscó en penetración sin miedo, y Moraschini, se jugó muchos más balones que otras veces -firmó un 4 de 15- y apenas dio dos asistencias. De su mal partido se explica buena parte de la derrota del favorito.
Tampoco es que Fournier estuviera mejor. Anotó 19 puntos, pero firmando un 7 de 22 en el tiro, y aunque también repartió 4 asistencias, se perdió en una guerra contra el mundo, sobre todo cuando de vez en cuando, Gentile y él se ponían el mundo por montera.
No perder la cabeza
La selección francesa ha sabido durante este torneo ir por delante, administrar rentas más cortas o más largas sin dejarse remontar, mientras que Italia, entregado a la inspiración de sus estrellas, ha ido a tirones. Ayer los bleus ejercieron de azzurri, y viceversa.
Italia se recuperó de un inicio adverso de 7-2 para terminar un excelso primer cuarto 20-23 por encima. A partir de ahí, salvo momentos puntuales, siempre se mantuvo en cabeza. Con una fuerte defensa, desnudó las carencias en ataque de los franceses, que más allá de su «dúo dinámico», tiene al pívot Lauvergne y Hillotte -un escolta que recuerda poderosamente al ex baskonista Laurent Foirest-, pero que a partir de ahí baja alarmantemente el nivel.
Tras llegar 37-44 al descanso, francia apretó y llegó a ponerse por delante, pero Baldi Rossi con dos triples y De Nicolao pusierron el marcador 56-57 al inicio del cuarto final. En el último cuarto, Italia le dio a Francia de su medicina, aderezado del valor de los bases y los pívots de penetrar para jugársela o sacar el balón para tiros librados o nuevos amagos. En el peor de los casos, siempre estaba ahí Gentile para, con su habitual «desvergüenza», jugársela a discreción.
Italia, pues, jugará esta tarde, a partir de las 19.10, su primera final sub 20 desde 1994. El único oro de la escuadra azzurra de los europeos sub 20 data de 1992, la primera edición que se disputó, en Atenas. Varios de esta generación de jugadores no habían nacido todavía.
La selección española será el otro finalista del duelo definitivo del Eurobasket sub 20 de Bilbo, tras derrotar por 87-60 a Rusia. El duelo estuvo mediatizado por la excelsa actuación de Mirotic, que anotó la friolera de 37 puntos, y la propia irregularidad hispana, que permitió a los rusos que entraran en el duelo después de haberlos apabullado en el primer cuarto.
Con un parcial de 29-17, los de Orenga dieron comienzo a la semifinal arrasando. Mirotic campó a sus anchas ante un combinado ruso que no sabía cómo parar al hispano-montenegrino.
Pero una vez más, la escuadra española se durmió, y Rusia, a base de abusar del tiro de tres, llegó a empatar el duelo a 37. Varias genialidades de Sastre y Franch -que acabó el segundo cuarto con un matazo- devolvieron una leve renta a los de Orenga. Rusia quiso apretar en defensa, pero se topó con que a Mirotic, que dejó acciones fabulosas, no había quien lo parara.
La selección hispana tratará de lograr su primer oro en la categoría, tras haber perdido las tres finales q ue ha disputado. La última fue en el año 2007, ante la Serbia de Milos Teodosic. A. G.
