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El PNV da por completado el Estatuto de la CAV y busca «un nuevo estatus»

Iñigo Urkullu aprovechó la jornada de ayer, aniversario de la fundación del PNV, para hacer un balance muy positivo de lo que, gracias a sus pactos con el PSOE, ha conseguido su partido en materia de «autogobierno» durante la legislatura que está a punto de concluir en el Parlamento español. Y destacó que, una vez completado el Estatuto de Gernika, es tiempo de plantear «un nuevo estatus para Euskadi».

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Txisko FERNÁNDEZ | DONOSTIA

El discurso del presidente del EBB en el Día de San Ignacio -fecha en la que el PNV conmemora su fundación en el año 1895- siguió el compás marcado por una «enseñanza» del histórico personaje de Loiola: «En tiempo de tribulación, no hacer mudanza». Sin embargo, Iñigo Urkullu dio la vuelta a ese mensaje para reclamar cambios a la izquierda abertzale y al Gobierno de Lakua, y para preparar a su partido para la «renovación» porque «el escenario ha cambiado».

El líder jeltzale presidió el acto que se llevó a cabo en los Jardines de Albia, en Bilbo, ante la estatua de Sabino Arana y a unos metros de la sede nacional del partido -«Aitaren etxean»-. Allí se hallaban, entre otros, los presidentes del BBB, Andoni Ortuza, y del GBB, Joseba Egibar; el alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna; y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao.

Urkullu comenzó su disertación centrándose en la trayectoria de ETA, de la que dijo que, durante los últimos cincuenta años, «ha sido una gran mentira, salvo en todo lo negativo». «Ha llegado el momento del punto final -dijo en alusión a la lucha armada-. Hoy no nos hemos podido felicitar por ello. Todavía -puntualizó-».

Como ha sido habitual en los últimos años, pasó a arremeter contra la izquierda abertzale, si bien en esta ocasión se mostró esperanzado porque, según aseguró, «este año hemos comprobado que, por fin, ha aceptado las condiciones jurídicas de este nuevo tiempo».

No obstante, dijo que «la sociedad no está dispuesta a admitir que 2011 es el `año uno'» para la izquierda abertzale. Por ello, apeló a la «responsabilidad de no olvidar el sufrimiento de estos 52 años pasados [de existencia de ETA]» y añadió que «es algo que, particularmente desde el proceso de institucionalización de nuestro pueblo, debe asumir la propia izquierda abertzale».

Subrayó que «con la paz ni se juega ni se calcula» y expresó su deseo de que «nadie tenga la tentación de jugar con los tiempos, de querer dilatar un final por puro interés electoral». Y se mostró tajante al señalar que «la izquierda abertzale sabe que hoy, en julio de 2011, la paz, además de necesaria, es posible».

En esa línea, comentó que «reconocer el dolor causado es el punto de partida para todos, para construir un nuevo futuro en libertad», y que «favorecerlo e impulsarlo» es «el cometido del Partido Nacionalista Vasco».

La mudanza de Patxi López

También pidió Urkullu al lehendakari Patxi López que «afronte la tribulación y haga mudanza». Recordó que el último Euskobarómetro refleja que la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tiene muy poca confianza en el Gobierno de Lakua, lo que achacó a su «incapacidad» para responder a la crisis económica.

Tras las críticas a sus adversarios políticos, el líder jeltzale echó la mirada «hacia dentro». Así comenzó esta reflexión: «El escenario ha cambiado. Nosotros también tenemos que cambiar». Y continuó resaltando que el PNV se «enorgullece» al repasar lo que ha logrado en el pasado reciente. «En estos cuatro años hemos logrado completar el Estatuto», aseveró primero, para matizar después que lo que se ha conseguido es «encauzar el cumplimiento final» del texto autonómico de la CAV. «Por eso -añadió-, para el PNV y su Grupo Vasco en Madrid ésta ha sido la legislatura del Estatuto y del Concierto Económico».

«Y la siguiente va a ser la de un nuevo estatus para Euskadi», prosiguió. Aunque no aclaró en qué consiste ese planteamiento, fijó «dos objetivos» para avanzar en esa dirección: «evitar las mayorías absolutas en Madrid» y conseguir un grupo parlamentario «con capacidad política y con influencia real».

Madina cree que Bildu podría restar peso a los jeltzales en Madrid

Tras la convocatoria de elecciones anticipadas al Parlamento español que hizo pública José Luis Rodríguez Zapatero, el PSE intenta pasar por alto sus malos resultados del 22 de mayo y, por contra, pone de relieve que en los comicios de 2008 fue la primera fuerza en la CAV con 430.000 votos, como recordó ayer Eduardo Madina al ser entrevistado por Europa Press.

El diputado por Bizkaia y secretario general del Grupo Socialista en el Congreso confía en que su partido sea el más votado en los tres herrialdes el 20 de noviembre. Al mismo tiempo, considera que el PNV es el que tiene que estar más preocupado por el impacto electoral que protagonizó Bildu en las todavía recientes elecciones forales y municipales.

«Si cumplen con todo y se presentan, van a sacar representación seguro, lo que es una mala noticia para el PNV porque su voto sale del planeta nacionalista, no del nuestro ni del del PP. Si Bildu se presenta, el nacionalismo va a tener un problema», comentó. En su opinión, esto obligará al resto de formaciones vascas a «lidiar con una realidad a la que ningún actor político estaba acostumbrado en la última década», marcada por la ilegalización de la izquierda abertzale, porque habrá «un partido más independentista o nacionalista que el PNV con una serie de reivindicaciones que va a entrar a jugar en el espacio de las instituciones».

No obstante, Madina piensa que, en caso de repetirse la fórmula de Bildu de cara a nuevas citas electorales, ésta no obtendría los mismos resultados. «Si en el futuro continúan siendo legales, no tienen por qué tener tanto apoyo», manifestó. GARA

RENOVACIón

Ante el proceso hacia su próxima Asamblea General, Urkullu lanzó una advertencia a la militancia jeltzale: «Necesitamos pasar el antivirus para detectar si hay troyanos que infectan nuestro sistema».

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