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Campeonatos del Mundo

Lochte tiene que hacer sitio a Sun

El joven fondista chino bate la vieja plusmarca de Hackett en 1.500 metros y eclipsa la despedida del mejor nadador en Shanghai que se va con cinco oros. Phelps hace méritos con el relevo estadounidense para sumar su 26º título en el último Mundial de su carrera.

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Miren SÁENZ

Ryan Lochte cerró su periplo chino con su quinto oro en cinco finales, pero sin la exclusiva de las plusmarcas. Cuando parecía que el Mundial se iba a despedir con el estadounidense como único recordman del evento y de la era posterior a los bañadores de poliuretano, llegó Yang Sun y acabó con el de 1.500.

Se caía la piscina cuando este joven de 19 años entró en escena para afrontar el maratón del programa. Tenía en mente el registro de Grant Hackett, una de las pocas excepciones que se resistió a los trajes prohibidos.

A las órdenes del mismo entrenador que guió los pasos de unos de los mejores fondistas de la historia, Sun se preparó con Denis Cotterell en Australia para renovar los 14:34.56 establecidos por Hackett durante el Mundial de Fukuoka que han durado diez años.

Vuelta a vuelta, no le hizo falta mirar la cartulina en la que te señalan por donde andas. Los gritos del público eran la mejor referencia de que se acercaba a su objetivo. Con un último 100 memorable, empujado por miles de gargantas, Sun derribaba un mito por 42 centésimas.

Sus compatriotas le dedicaron la última ola, un reconocimiento que han tenido con todos sus ganadores y que Sun se mereció por partida doble. Definitivamente se ha situado en el panorama internacional y en su caso en el mejor escenario posible. Bronce en Roma, con tan sólo 17 años, ha jugado en casa para ganar también los 800 metros libre, colgarse la medalla de plata en el 400 libre y contribuir al bronce en el relevo de 4x200.

Cuatro medallas y una plusmarca de prestigio en ese kilómetro y medio para acceder a un territorio dominado por fondistas fabulosos que marcaron época como el ruso Salnikov en los 80 o los australianos Kieren Perkins y Hackett en los 90.

«No estaba obsesionado por el récord del mundo antes de la final, porque mi objetivo era conseguir el oro», declaró el doble campeón que a la hora de los agradecimientos recordó al modelo cinematográfico. «Tengo que dar las gracias a todo el equipo chino, a mi entrenador, a mis padres... Creo que el récord pertenece a todos».

La gesta de Sun eclipsó al hombre de la semana y del Mundial, un Lochte que sale reforzado. Desde sus primeros bronces en Montreal'2005, ha acumulado 19 medallas, 12 de oro. El último fue probablemente el más cantado, pese a tratarse de los 400 metros estilos, que por combinar las cuatro disciplinas distingue al nadador más completo. Era la final de un gran evento y el vencedor la convirtió en un trámite desde el primer metro, aunque la plusmacarca de Michael Phelps siempre estuvo a salvo.

Su batida en mariposa le permitió tomar ventaja desde el inicio. La espalda, la braza y el crol contribuyeron a ampliarla. En Roma'2009 nadó en 4.07:01 y en Shanghai se acercó bastante 4.07:13. A su compatriota Tyler Clar se le vio satisfecho con la plata y eso que llegó cuatro segundos después.

Insaciables

«No estoy realmente satisfecho. Quiero decir que obtener cinco títulos obviamente es fantástico, pero sé que puedo ir mucho más rápido», admitió el prodigio de Rochester, quien pasado mañana cumple 27 años y tiene motivos para celebrarlo. Estos americanos nunca tienen suficiente. Forma parte del plan, sin ese nivel de autoexigencia y su feroz competitividad serían improbables sus abultadas colecciones de medallas. También Phelps arañó un último oro en la clausura, con una posta de mariposa en el relevo de 4x100 estilos determinante para la victoria en equipo. El Tiburón de Baltimore remontó desde el tercer puesto para acabar en primer lugar. Ya tiene 26 oros, cuatro conseguidos en Shanghai, de donde se irá con siete medallas y eso que venía a medio gas al que probablemente ha sido su último Mundial.

«Es fuerte pensar que el 4x100 estilos de hoy -por ayer- ha sido la última prueba de mi carrera en unos Mundiales... Es fantástico finalizar con una medalla de oro... y fantástico haberlo conseguido en una prueba de relevos», escribió la mega estrella en twitter. El test le servirá para la gran cita del ciclo, los Juegos de Londres, ya en la mente de todos, donde justo dentro de un año el deportista más laureado de la historia intentará complicar esos 14 oros olímpicos que sólo él se ha colgado.

Estados Unidos aprovechó la última jornada para imponerse en el medallero general, después de que sus deportistas arrasaran en la clausura. Los anfitriones, que ocuparon una histórica primera posición en los Juegos de Beijing, intentaron repetir la jugada tres años después. Su hegemonía en el trampolín, con el pleno de diez oros, más los cuatro en la piscina, les permitieron soñar hasta despertar el último día dándose de bruces con la ambición yanki.

El himno llegó a sonar en cuatro ocasiones por cada una de las cuatro medallas de oro, además de la plata y el bronce con que los azules cerraron su participación. Sus 16 oros en las carreras demuestran quién tiene la sartén por el mango.

China calculaba cuatro y ha terminado con cinco, la última de peso específico por la calidad del récord. La natación oriental progresa, especialmente en el fondo y el medio fondo de chinos y surcoreanos, mientras las europeas han logrado también su cota de protagonismo.

Veteranas como Theresa Alsammar continúan retando al paso del tiempo. Su dilatada experiencia fue vital para conquistar ayer el oro en los 50 libre. Con 34 años y un abultado palmarés, esta sueca -considerada durante años la nadadora más guapa del circuito- sigue derrochando ganas y simpatía ante el empuje de las nuevas generaciones y se lleva también una plata.

Comienza la puesta punto para Londres 2012, la gran cita olímpica antes de que en 2013 el Mundial regrese a Barcelona. La factoría estaounidense continúa produciendo portentos como Melissa Missy Franklin -El Misil de Colorado-, que apunta sin desviarse a la capital inglesa.

También Australia deberá mejorar sus prestaciones. En Shangai ha competido con un equipo rejuvenecido y el sprinter James Magnussen como gran revelación. La experiencia y el regreso de Ian Thorpe, el Torpedo que marcó una época, pueden ayudar a mejorar el papel de un país que adora la natación.

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