La Unión Africana (UA) anunció ayer la celebración el próximo 9 de agosto en Adis Abeba de una cumbre de donantes para luchar contra la hambruna en Somalia, según informó ayer la televisión pública de Kenia (KBC).

«Pido al continente africano, desde el norte hasta el sur, que estudie seriamente cómo puede contribuir a aliviar al sufrimiento» de los somalíes, afirmó el vicepresidente de la Comisión (Secretariado con función ejecutiva) de la UA, Erastus Mwencha, en un comunicado divulgado por la KBC. «En todo el mundo, todos deben mirar a fondo en sus bolsillos para rescatar al pueblo de Somalia del abismo en el que se halla sumido», agregó Mwencha, quien visitó Mogadiscio esta semana y pudo comprobar la grave situación humanitaria que sufre el país.

La cumbre -precisó la Unión Africana- reunirá a «jefes de Estado de África, bloques económicos regionales y otros socios internacionales».

Según la KBC, el anuncio de la UA se produce después de que los medios africanos criticaran el fracaso de los líderes del continente para ayudar a las víctimas del hambre y la sequía en el Cuerno de África.

El pasado 20 de julio, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, Bakool y Baja Shabelle, algo inédito en este país durante las últimas dos décadas.

Casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de personas, padece una crisis humanitaria, de los cuales 2,8 millones residen en el sur, indican los datos facilitados por las Naciones Unidas.

El drama de Somalia se enmarca en el contexto más amplio del Cuerno de África, donde unos doce millones de personas están en situación crítica por la sequía y el hambre, según la ONU.

Pero en Somalia la crisis está agravada por la guerra que se encuentra en el origen de la hambruna y que ahora complica la llegada de ayuda humanitaria. Decenas de miles de refugiados han huido a los campos superpoblados de Etiopía y Kenia.

Débil compromiso

Una primera conferencia internacional de donantes se reunió de urgencia el lunes en Roma pero las ONG denunciaron entonces la debilidad del compromiso adoptado.

«La necesidad es inmediata, pero la situación crítica de la población somalí se va a agravar, según todas las estimaciones sobre el terreno», advirtió Mwencha.

El viernes la ONU demandó 1.400 millones de dólares más a la comunidad internacional. Hasta ahora las agencias de la ONU han recibido 1.000 millones de los donantes.

«Sin estas contribuciones suplementarias, el impacto de la hambruna puede extenderse por todo el sur de Somalia y más allá de las fronteras de los países vecinos de aquí a un mes», advirtió la oficina de coordinación de asuntos humanitarios de la ONU.

El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas anunció haber efectuado el segundo vuelo del puente aéreo a Mogadiscio, operación para llevar alimentos a los refugiados somalíes que se inició el pasado miércoles.