Dieciocho personas murieron en la ciudad de Kashgar, Xinjiang, en sendos ataques ocurridos el sábado y por la intervención de la policía ayer. Estos enfrentamientos se produjeron menos de dos semanas después de que el 18 de julio murieran 20 personas en la ciudad de Hotan, ubicada también en Xinjiang, una región de población uigur, que demanda sus derechos frente a la presencia de los chinos de la comunidad han que han ocupado la provincia gracias a la política de asentamientos promovida por el Gobierno de Beijing. Según la agencia oficial de noticias Xinhua, un primer ataque tuvo lugar el sábado cuando dos uigures atacaron con cuchillos a los transeúntes, matando a seis personas. Uno de los atacantes murió, según el gobierno de la región autónoma.

Ayer, en un segundo ataque con arma blanca, según Xinhua, otro atacante mató a seis personas en Kashgar, dos en un restaurante y otras cuatro personas en las calles de esta ciudad en el oeste de Xinjiang, cerca de la frontera con Kirguistán. Posteriormente, la policía mató a tiros a cuatro «sospechosos» y un quinto murió en el hospital a causa de sus heridas después de que fuera detenido junto a tres presuntos agresores, señaló la misma agencia.

El Congreso Mundial Uigur, un grupo de exiliados con sede en Alemania, señaló que las autoridades han impuesto la ley marcial en Kashgar y que al menos cien uigures han sido arrestados. En julio de 2009 Xinjiang vivió enfrentamientos entre uigures y han, que dejaron más de 200 muertos, tras lo que se desató una implacable represión sobre la población uigur, con decenas de ejecuciones, desapariciones y detenciones.