El test más exigente de los disputados en pretemporada sirvió al Athletic para interiorizar las virtudes y los riesgos que representan asumir una propuesta tan osada como la que propone Bielsa. El balance ha de ser positivo, porque hubo cierta suficiencia en el marcador y en el juego en general, jugar en campo contrario es muy agradecido, sobre todo con una grada como San Mamés, pero a su vez lleva implícitos ciertos riesgos que el equipo siciliano puso en evidencia cada vez que se cometía un error en la triangulación y las líneas no estaban a la distancia correcta.

Si con la convocatoria el técnico argentino ya había dado tintes de prueba oficial al partido de ayer, la sensación aumentó al conocerse el once inicial, que podría parecerse mucho al que vaya a emplear en el primer compromiso oficial. Con las piezas mucho más limitadas en defensa por la lesión de Ekiza, las principales novedades están en el centro del campo, donde Javi Martínez, David López y Ander Herrera jugaron por dentro, con Muniain y Gabilondo por bandas y Fernando Llorente como jugador más adelantado.

Es decir, los principales cambios respecto a la etapa anterior serían el trueque de Herrera por Toquero, el principal damnificado, y las nuevas posiciones de Javi Martínez, más atrasado, e Iker Muniain, que cambió la banda izquierda por la derecha.

Las nuevas pautas en cuanto al estilo de juego; la apuesta por el toque y la movilidad en el centro del campo y el adelantar las líneas de presión, se vieron enseguida, con sus virtudes y sus peligros. Y es ques Fernando Llorente tuvo el gol en su cabeza en el minuto 7 tras una gran combinación entre Iraola y Muniain, pero remató demasiado centrado y Kosicky se encontró con el balón.

Por contra, los automatismos todavía no están suficientemente asimilados, las distancias entre los tres pivotes fueron quizá excesivamente largas, con lo que cualquier mínimo error en la creación creaba problemas a la contra, con el ex barcelonista Maxi López como estilete.

En esta dualidad, Andoni Iraola, el mejor una vez más, volvió a tener una buena oportunidad, pero los desajustes en la circulación pudieron costarles caros a los rojiblancos, como en una percusión de Biagianti desde el centro del campo, que obligó a Iraizoz a lucirse ante su disparo a bocajarro.

Susaeta se ofrece

Tuvo sus malos momentos el Athletic, pero justo cuando peor lo estaba pasando al perder la posesión del balón, consiguió adelantarse en el marcador en una jugada a balón parado. Ander Herrera recuperó un rechace al borde del área y puso un buen centro al segundo palo que Javi Martínez envió a las redes de cabeza aprovechando la indecisión del portero siciliano.

Bielsa utilizó el descanso para dar entrada a los otros cuatro jugadores que desplazó a Barakaldo e Iturraspe, Susaeta, Toquero y Gurpergi entraron por Amorebieta, Gabilondo, Llorente y David López, con lo que Javi Martínez adelantó su posición, donde se le vio más cómodo.

El Athletic recuperó algo de posesión del balón con los jugadores de refresco, pero el ritmo, por ambos bandos, decreció bastante en intensidad. Esa bajada de tensión fue, más que el propio juego en sí, la razón por la que el marcador se movió bastante rápido en la reanudación. En el minuto 58, Susaeta tuvo todo el tiempo y el espacio del mundo para controlar un buen pase de Iraola y fusiló al portero visitante.

Pero apenas tuvo el Athletic tiempo para disfrutar de ese marcador más cómodo, porque tres minutos después, fue el visitante Gontán el que sacó provecho de la pasividad de la defensa rival para acortar distancias al cruzar el balón.

Tras varios minutos de zozobra, Markel Susaeta quiso demostrar a Bielsa que puede ser una buena alternativa para jugar por delante de Iraola -quizá una de las posiciones menos definidas- y, tras una buena jugada personal, dio una gran asistencia para que Ander Herrera hiciera el 3-1 definitivo en un test interesante, porque se ganó pero con tareas para Lezama.