Olaizola II y Beroiz lograron el pase para la final del Torneo Virgen Blanca de Gasteiz tras imponerse a Martínez de Irujo y Merino II 22-13 en una semifinal empañada por la lesión de David Merino en su gemelo derecho. El zaguero riojano tuvo que retirarse hasta dos veces a vestuarios (primero con el 13-9 en el marcador y luego con el 17-11) y, aunque fue capaz de terminar el partido sobre la cancha, en los últimos tantos no pudo jugar al cien por cien de su capacidad.

Fue una pena, porque hasta la mitad del partido, más o menos, el encuentro resultó muy atractivo, con los cuatro pelotaris jugando a un ritmo altísimo. Las primeras ventajas fueron para la pareja colorada, que con un Aimar Olaizola en estado de gracia y un Mikel Beroiz capaz de llevar pelotas imposibles se adelantaron 5-1 en el marcador.

Algunos errores nivelaron la balanza, pero la superioridad en el juego era palpable y los colorados volvieron a abrir brecha en el luminoso (12-6). Fue, seguramente, el intervalo más vistoso del choque, con especial mención para los tantos 7-4 -una alcanzada espectacular de Aimar con dejadita al ancho- y 8-4 -una defensa increíble por parte de Beroiz y Merino que arrancó los aplausos de un público rendido a sus ídolos-.

No obstante, a partir de ese momento el encuentro comenzó a perder en intensidad y ritmo. Aunque los azules se acercaron hasta el 12-9, Merino II comenzó a hacer gestos de dolor agarrándose su gemelo derecho y tuvo que retirarse a vestuarios para ser tratado por el doctor Txema Urrutia.

El de Villar de Torre volvió a la cancha tras un parón de unos diez minutos, pero poco después volvía a solicitar la ayuda del médico en un nuevo parón que se prolongó todavía por más tiempo. El partido ya había perdido la chispa y quedaron en segundo plano incluso algunas decisiones controvertidas de los jueces, que dieron por buena una pelota de Aimar que se fue a la contracancha (17-10) y no sancionaron una clara estorbada de Irujo a Olaizola II (17-11).

Viendo los problemas de su zaguero, a Juan Martínez de Irujo le tocó arriesgar desde lejos en los últimos tantos, pero sus intentos no tuvieron éxito y el billete para la final se lo quedaron Olaizola II y Beroiz, que con una sonrisa en la boca destacaron la importancia de llegar a una final como la de Gasteiz.

«Ha sido un partido muy duro. Ellos pasaban siempre a Aimar por encima y yo he tenido que trabajar muchísimo. Pero hemos aguantado bien y Aimar ha acertado con el tanto. Es la primera vez que juego el torneo de La Blanca y para mí es una gran alegría poder estar en la final», declaraba Mikel Beroiz tras cuajar todo un partidazo.

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