La visita del Papa a Madrid centra la atención de la prensa de la derechona. Pero no pueden vivir sin hablar, es un decir, del país vecino del norte.

Ayer, en «Abc», Pilar Cernuda aseguraba que no es ningún secreto que el Papa es muy colega del cardenal Antonio Cañizares, aquel que dijo que el abuso a menores no es tan malo como el aborto, pero seguidamente revelaba que Benedicto XVI «siente profundo afecto por el cardenal Rouco Varela». A servidora no le extraña, pero igual la confidencia ha dejado maravillada a alguna.

Continúa Cernuda contando lo ocurrido en las semanas previas a la visita del Papa, «en las que los anticlericales aprovechan para arremeter contra la Iglesia católica de forma desaforada -probablemente no lo harían si se tratara de un encuentro internacional budista, musulmán o judío, en España somos así- (...)». No sé cómo son en España, pero aquí a muchas no nos parece bien que parte de nuestros impuestos vayan a parar a la Iglesia católica o a cualquier otra estructura religiosa, y lo cierto es que sí van, y no a la budista precisamente.

Y seguidamente se refiere a «movimientos que denuncian que personas o entidades adineradas se han hecho con obras de arte o edificios pertenecientes al patrimonio de la Iglesia, sobre todo en el medio rural o aprovechando la miseria que sufren algunas comunidades religiosas». Y no se le ocurre mejor ejemplo que Patxi Zabaleta, «el dirigente político más influyente de Leiza, la población Navarra en la que esta semana la corporación de Bildu ha dado el pistoletazo de salida de las fiestas cruzada de brazos ante unos encapuchados que exaltaban a ETA». Quien parece verdaderamente exaltada es Cernuda. Una creía que en Leitza, como en otras muchas localidades vascas, comenzaban las fiestas con el txupinazo, pero según la periodista española, comienzan con el «pistoletazo» de Bildu. Pues bien, afirma que Zabaleta compró una finca con una casa de la Fundación Asilo de Nuestro Perpetuo Socorro «por una cantidad irrisoria». «Absolutamente legal», dice, pero al parecer Zabaleta no tiene el mismo derecho que ella a comprar una casa. De otro movimiento, el que denuncia la inmatriculación de de bienes comunes por parte del Arzobispado de Iruñea, aún no ha tenido noticia.

La sección en la que nos cuenta todo eso se llama «Cernuda Confidencial». Pues vaya birria de confidencias.