La vuelta de Raúl García termina de cargar las pilas rojillas
Anoche se confirmó la noticia más deseada por la afición, que ve en el zizurtarra a su particular Cesc. Hoy entrena y será presentado.
Ramón SOLA
Osasuna lo confirmó anoche. Raúl García vuelve, aunque por ahora sólo como cedido y para una temporada. Será la guinda a una pretemporada cargada de buenas noticias a todos los niveles: esperanzadores resultados (0-1 a la Lazio, 3-0 al Racing...), jugadores relanzados (Lekic, Riesgo...), otros que despuntan sin esperarlo (Etxaide, Annunziata..), y sobre todo, aumento de socios en plena crisis.
Nada de ello es comparable con la ilusión que ha provocado el regreso del de Zizur. Y no es para menos, porque repasando la historia reciente de Osasuna los canteranos traspasados no volvieron nunca o lo hicieron ya muy al final de su carrera (Ziganda, Goikoetxea, Pizo Gómez, Bustingorri, Ibáñez...). Tras los mazazos a la autoestima rojilla que habían supuesto las ventas de las últimas perlas de Tajonar (Javi Martínez sin llegar ni a debutar, Azpilicueta, Monreal...), por fin hay alguien que toma el camino de vuelta en edad de aportar, y además tras haber dicho no a todas las ofertas que se cruzaron en el camino, algunas mucho más poderosas económicamente.
Su caso y el impacto que está teniendo en el entorno rojillo, salvando todas las distancias, recuerda al festejado regreso de Cesc Fàbregas al Barcelona. E lo mismo ocure con sus condiciones futbolísticas: un todocampista capaz de mirar hacia adelante y también hacia atrás.
Un refresco para todo
Raúl García no sólo refresca un plantel demasiado cargado de años y de caras foráneas el pasado año. Está destinado a dar muchísimo aire al once en el eje, donde Mendilibar contaba como piezas básicas con Puñal (a tres semanas de cumplir los 36) y Nekounam (en vísperas también de los 31 y baqueteado por aquella larga lesión de rodilla y los constantes viajes a Irán).
Raúl García llega en un momento potente. Es todo un veterano a los 25 años recién cumplidos, con 188 partidos de liga acumulados, y habiendo ganado una Europa League y una Supercopa siendo titular ante el Fulham y el Inter, respectivamente. Antes ya fue pieza clave en dos temporadas plenas en Osasuna: en la primera contribuyó decisivamente a llevar a los rojos a la cuarta plaza liguera, y en la segunda para alcanzar las semifinales de la UEFA.
El zizurtarra tiene, además, el reto de relanzar una carrera que se ha frenado contra el muro de las urgencias eternas del Atlético de Madrid, una máquina de triturar futbolistas. Patxi Izco intentó que saliera gratis de un equipo que pagó a Osasuna trece millones de euros en 2007, lo que parecía ya el chollo del siglo. Finalmente vendrá cedido, pero conocido como se las gastan en el Calderón cuando alguien cae en desgracia, se intuye que sólo sería repescado si hace un temporadón.
Raúl García ya pasó por Iruñea la pasada semana para preparar el terreno, y ayer volvió de nuevo desde Madrid para entrenarse hoy y ser presentado después.
Se asegura que también puede caer hoy Lamah, el interior izquierdo de origen congolés e internacional por Bélgica. Osasuna pagará por él en torno a un millón de euros.
Con Camacho, Osasuna tocó fondo el año pasado en cuanto a canteranos en el once inicial. Habitualmente fueron cuatro. La situación se complicaba aún más con el traspaso de Monreal, pero tendrá solución ahora no sólo por la llegada de Raúl García, sino por el mantenimiento de Kike Sola tras su eclosión el año pasado, y sobre todo por la irrupción de Etxaide y Annunziata.
El canario Xavi Annunziata comenzó en la cantera del Tenerife, pero lleva ya varios años en Tajonar, donde ha despuntado como interior izquierdo con gol y listo. El traspaso de Camuñas y la tardanza en cerrar a otro interior izquierda le han dejado vía libre en pretemporada, y ha aprovechado la ocasión. Será titular salvo sorpresa, lo mismo que Jon Etxaide, un defensa-defensa pero con versatilidad para jugar en las cuatro posiciones. En principio lo hará en la derecha, y Mendilibar muestra tanta confianza en él que parece dispuesto a dejar marchar a Damià.
En un once tipo previsible, a los tres se les sumarían Flaño, Sola y quizás Puñal, es decir, entre cinco y seis canteranos, medio equipo. Ni tan mal. R.S.
