Un tribunal de Chester, en Inglaterra, condenó el martes a cuatro años de cárcel a Jordania Blackshaw, de 20 años, y Perry Sutcliffe-Keenan, de 22 acusados de «incitar a la violencia» a través de Facebook durante los recientes disturbios.

Jordan Blackshaw publicó en la red social una convocatoria para la noche del 8 de agosto de una protesta en la localidad de Nothwich. El joven puso como título del evento «Destruir la ciudad de Northwitch». A su convocatoria únicamente acudió la propia Policía.

Por su parte, Perry Sutcliffe-Keenan, el otro condenado, creó el 9 de agosto una página titulada «Los Disturbios de Warrington» que se difundió entre 400 personas. El joven retiró la página al día siguiente y se disculpó argumentando que todo había sido una broma, según «The Guardian». Aunque no tuvieron ninguna consecuencia, estos mensajes «causaron un pánico considerable y un sentimiento de rebelión en los barrios», dijo el fiscal del tribunal de Chester en el noroeste de Inglaterra.

«Si nos acordamos en que medida la tecnología ha sido utilizada para incitar a la gente a cometer actos criminales, es fácil de comprender» por qué los dos sospechosos han sido acusados y condenados a cuatro años de cárcel, ha estimado uno de los responsables de la policía local, Phil Thompson.

El juez del caso, Elgan Edwards, dijo que espera que esto sirva como un factor disuasorio para otras personas.

Por su parte, Sally Irlanda, de la asociación «Justicy ia» citada por «The Guardian» afirma que «algunas condenas son totalmente desproporcionado».

or otro lado, un joven de unos 20 años falleció el martes en Cumbria, en el noroeste de Inglaterra, después de que los agentes que le detuvieron emplearan durante el arresto una pistola de descarga eléctrica modelo Taser, según informaron los medios británicos.

Prometen «investigarlo»

Según un portavoz de la Policía de Cumbria, «agentes de barrio acudieron al lugar» después que se recibiera una llamada informando de un joven que estaba causando disturbios en la localidad de Barrow. Los policías «arrestaron a un varón bajo la sospecha de que estaba causando daños criminales».

Durante el arresto, los agentes emplearon una Taser y tras ello, «el hombre comenzó a sentirse mal y fue trasladado al Hospital por los agentes». El joven falleció horas después. La Comisión Independiente de Quejas de la Policía ha abierto una investigación sobre los hechos.