Christopher Sutton era un hombre feliz tras su victoria en la segunda etapa de la Vuelta. «Para mí es fantástico y un sueño hecho realidad ganar una etapa en una gran vuelta. En la Vuelta estoy para trabajar para nuestro líder Wiggins, pero hoy me encontraba con unas piernas fantásticas y he pedido al equipo que me dejase libre en los últimos kilómetros. Sabía que el final era en cuesta y he decidido intentarlo. Agradezco la confianza que ha puesto en mí el equipo y todos los que están detrás», declaró el ganador.

La etapa con final en Playas de Orihuela trajo el cambio de líder. El italiano Daniele Bennati indicó que «dedico mi liderato a mi compañero fallecido en el Giro Wouter Weylandt, con el que me sentía muy unido porque durante el invierno en Mallorca estuvimos trabajando juntos y él tenía que haber sido nuestro último hombre en los esprint del Giro».

En cuanto al final de etapa, explicó que «la llegada era bastante complicada y no ha sido fácil interpretarla porque cogí la rueda de Boonen cuando atacó y al pararse tuve una duda y ya no conseguí reaccionar».

La alegría de estos dos hombres se vio contrastada con la decepción del segundo en la línea de meta, Vicente Reynes: «Ha sido una pena y casi me pongo a llorar cuando he cruzado la línea de meta porque me ha faltado poco. Esta temporada me he dedicado a trabajar para André Greipel y como no está aquí, en el equipo me han dado la oportunidad y la he tratado de aprovechar al máximo».

«Mucha tensión en el pelotón»

Por su parte, Igor Antón reconoció que «tras la contrarreloj del primer día hay mucha tensión en el pelotón y hay que conseguir salvarlo». Asimismo, «sólo pienso en la general, aunque también me gustaría ganar alguna etapa, pero ya he ganado varias y ahora estoy centrado en la Vuelta», finalizó el vizcaino.

Otro vasco, Beñat Intxausti, dijo que «he tenido varias averías, pero he pasado la etapa sin problemas. Estas dos primeras etapas para nosotros son de recuperación, pero a partir del martes venimos para pelear».