Buen debut de Iñigo Martínez
Agirretxe e Illarramendi dan el primer aval a la era Montanier
El delantero marcó los dos goles y el medio centro se exhibió en un partido muy bien controlado hasta la última media hora. Sólo se sufrió con diez tras la expulsión de Carlos Martínez en el penalti del 1-2.
SPORTING DE GIJÓN 1
REAL SOCIEDAD 2
Joseba ITURRIA
La apuesta realizada por la Real con Montanier logró en El Molinón el primer aval firmado por Asier Illarramendi e Imanol Agirretxe, dos jugadores ninguneados por Lasarte, que demostraron en la primera oportunidad que les concedió el normando la calidad que ya trasmitieron en las pocas ocasiones que tuvieron el pasado año, sin que les valiera para tener continuidad.
La apuesta por Montanier es mucho más que una ruptura con el estilo de juego que se practicaba en el pasado. Sobre todo, es una apuesta para dar salida al talento que brota de la cantera con un técnico que confía, hasta demasiado, en los jóvenes. Hizo debutar a Iñigo Martínez con 20 años. Dejó a Asier Illarramendi, con 21, confirmar lo increíble que resulta que un jugador de Segunda fuera fijo la campaña pasada en la posición en la que se exhibió ayer. Y permitió a Agirretxe ratificar su calidad y mejorar su gran promedio goleador en una posición, en banda, incómoda para él.
El usurbildarra demostró a Ifrán que un delantero centro no está para buscar excusas por jugar pegado a la cal. Una Liga de la categoría de la española tiene tanta competitividad que uno no puede elegir en qué posición debe jugar. Hay que hablar en el campo, aprovechar cada oportunidad, y Agirretxe comprobó que, con el estilo de juego de la Real, que fabrica en la derecha para rematar desde la izquierda, no es nada malo para un delantero centro entrar a rematar desde la izquierda.
Eso exige más dedicación defensiva y hasta en esa faceta el usurbildarra estuvo mejor que nunca. Debe trabajar así sin balón para hacer valer esa calidad y talento que le llevaron a marcar dos buenos goles en las únicas oportunidades claras que creó la Real en todo el partido.
Si ya antes del encuentro desde el club se trasmitía que lo más probable es que no llegue ningún delantero -salvo que se presentara una opción muy buena-, los dos goles de Agirretxe deben servir para confirmar la mejor decisión para el club.
Porque el partido de ayer resultó ideal para la Real. Ganó, marcó el que tenía que marcar, se exhibió el que tenía que exhibirse, y durante una hora se vio que este equipo puede practicar el estilo de juego bonito que pretende inculcar Montanier.
Y eso que no comenzó bien el encuentro, porque en el minuto 3 se vio su mayor problema defensivo, la estrategia, en un corner rematado por Botía que Bravo despejó desde la misma línea de gol. A partir de ahí la Real se impuso con claridad. Controló la posesión de balón y presionó bien arriba sin permitir al Sporting tener más oportunidades en todo el primer tiempo.
Primer tiempo sin ocasiones
También es cierto que, al margen de un remate cruzado de Vela, la Real no tuvo más ocasión que la gran combinación que se culminó con un buen cabezazo de Agirretxe a centro de Carlos Martínez. Sólo faltó traducir el dominio territorial y de la posesión en más ocasiones y no buscar con balones aéreos a Vela, que con su estatura no podía aspirar a pelearlos en su lucha desigual con los centrales.
Era tan clara la superioridad que Preciado optó por prescindir de sus dos pivotes en un inicio de segundo tiempo en el que el Sporting adelantó líneas y empezó a inquietar y a empujar más sin permitir a la Real tener el balón en el campo rival. Pero, cuando mejor jugaba el equipo asturiano, llegó el segundo gol de Agirretxe. Sin tiempo para saborearlo se volvió a fallar en una jugada de estrategia, en la que Carlos Martínez permitió a Botía ganarle la posición y cometió un penalti que motivó el 1-2 y obligó a su equipo a sufrir la última media hora con diez.
Hasta ese sufrimiento debe darse por bueno, porque hay que aprender de las derrotas y se deben evitar esos errores. A partir del 1-2 el Sporting apretó mucho, sacó siete corners y efectuó cinco remates en un cuarto de hora, y la Real sufrió sin el balón. En esa situación desfavorable el equipo blanquiazul supo resistir y dentro de ese espíritu de sacrificio colectivo que nunca puede abandonar la Real sobresalió un jugador de la calidad de Illarramendi, que demostró que sabe leer muy bien el fútbol en defensa y en ataque, y apareció en todas las posiciones de apagafuegos.
El sufrimiento hizo que se saboreara mejor una victoria muy importante, porque no es fácil comenzar una nueva etapa que rompe tanto con el pasado, y más cuando se apuesta por tantos jugadores jóvenes. La apuesta tenía su riesgo, pero la experiencia volvió a demostrar que cuando se apuesta por jóvenes de la cantera el riesgo es menor.
La Real ganó y tendrá dos semanas de tranquilidad en las que la afición asumirá que, en principio, no venga ningún delantero, y afrontará con más ilusión la visita del Barcelona.
Imanol Agirretxe señaló a Radio Euskadi tras el partido que sus dos goles y su partido no deben entenderse como una «reivindicación. Sigo con mi trabajo e intento seguir en el club donde quiero estar. Es mi ilusión y trabajo y seguiré ayudando al equipo. Era importante para nosotros con dos semanas sin Liga empezar ganando y estoy muy contento. Durante la pretemporada he trabajado en la banda, el mister quería que no fuera específico de dentro. Me pedía llegar desde la banda hacia dentro y hoy ha salido bien. Es mejor empezar arriba, con tres puntos que dan tranquilidad».
Montanier señaló que la posición de Vela en el centro y Agirretxe en banda se trabajó en los entrenamientos, y que «en la primera parte tuvimos una posesión que luego perdimos en la segunda, y el penalti y el gol del Sporting cambiaron el partido, porque un tanto se marca en una acción aislada y siempre puede llegar». Pese a ello, no vivió con nervios el final del partido porque «tenía plena confianza en el equipo».
Consideró la solidaridad realista clave para la victoria y declaró que le pareció justa la decisión de pitar el penalti y expulsar a Carlos Martínez, a la espera de ver las imágenes en la televisión.
Manolo Preciado definió a la Real como «un buen equipo, que lo hizo muy bien, especialmente en la primera parte, en la que defendimos muy atrás y al contraataque no fuimos eficaces. En la segunda comenzamos bien, pero a la primera nos marcaron el segundo gol, que casi nos sentenció». GARA
Aperribay no pudo acudir a El Molinón por un problema familiar que le obligó a quedarse en Donostia. Su ausencia no se puede relacionar con el fichaje de un delantero, que parece poco probable.
La Real regresó tras el partido en autobús y los jugadores blanquiazules tendrán dos días de descanso antes de volver a Zubieta el martes a las diez de la mañana.