Decenas de personas abarrotaron ayer el patio interior del gaztetxe de Gasteiz para expresar su apoyo y solidaridad a los jóvenes que dan vida a este emblemático edificio de Alde Zaharra y denunciar la enésima agresión sufrida, en este caso, por parte de la Ertzaintza y la Policía Municipal. Con graves consecuencias además. Según relataron representantes de la Gazte Asanblada, los hechos ocurrieron en la noche del pasado sábado y dejaron un saldo de 15 heridos, cinco personas identifi- cadas y un detenido. Además, un joven al que obligaron a retirar las fotografías de los presos políticos que desde siempre han estado expuestas en el gaztetxe ha sido acusado de «enaltecimiento del terrorismo».

Algunas fotografías de las heridas sufridas por los afectados fueron expuestas durante la rueda de prensa, dejando patente la brutalidad de la actuación policial. Una actuación, cuyos responsables «tienen nombres y apellidos», según denunciaron y que, llamativamente, hasta ayer no trascendió de forma oficial a pesar de haber transcurrido varios días. El Departamento del Interior se limitó a confirmar la imputación de una persona por «enaltecimiento», la de otras cuatro por «faltar al respeto» a los agentes y la detención de un joven por «intento de agresión».

Ante la atenta mirada de los asistentes, entre los que se encontraban cargos electos de Bildu y miembros de numerosos organismos sociales y sindicales, los miembros del gaztetxe detallaron que todo empezó cuando, en torno a las 3.30 de la madrugada, un grupo formado por ertzainas y policías municipales empezó a mirar en el interior del local con ayuda de una linterna. Dentro había unas 40 personas después de una noche de conciertos. Según explicaron, cuando un miembro de la asamblea se acercó a la entrada para ver qué pasaba, los agentes profirieron frases como «encima quieren cerrar la puerta, putos etarras de mierda, se van a enterar», para irrumpir seguidamente en el interior «con una actitud violenta y desmesurada». Ya dentro, haciendo caso omiso a las peticiones para que se tranquilizasen, comenzaron a desalojar el gaztetxe a golpes e insistieron en lanzar frases como «vosotros estáis en tregua, pero nosotros no».

Dentro y fuera del gaztetxe

Cuando desalojaron el edificio y con la única presencia del miembro de la Gazte Asanblada que había sido identificado, obligaron a esta persona -acusada luego de enaltecimiento- a retirar los retratos de los presos, al tiempo que se llevaban otro panel en recuerdo a los represaliados y un mural que se encontraba mirando a la plaza Etxauri. Asimismo, y pese a no contar con ninguna orden, instaron al joven a que les mostrara todas las estancias del inmueble mientras ellos las registraban.

En el exterior, el panorama no era mejor, ya que los policías siguieron golpeando -con porras extensibles en el caso de los municipales- y amenazando a los desalojados, produciéndose aquí los primeros heridos.

No serían los últimos. Un rato después, cuando todo parecía calmado y varios jóvenes se acercaron al gaztetxe para ver cómo había quedado y hablar con el compañero identificado, fueron atacados violentamente por un grupo de ertzainas, causando más heridos. El ataque, según denunciaron ayer, coordinado entre ambas fuerzas policiales, se extendió por todo Alde Zaharra y el centro de Gasteiz, con el balance antes apuntado.

En cualquier caso, desde el gaztetxe dejaron claro que no se van a dejar condicionar «por amenazas ni violencia policial», que no pararán de trabajar por otro modelo de sociedad y que, del mismo modo, seguirán mostrando solidaridad con todos los presos políticos, «ya que la solidaridad no puede ser delito».

También la izquierda abertzale denunció esta agresión que «demuestra la falta de compromiso de PP y PSE con la búsqueda de un escenario de paz y soluciones». «Es palpable la hipo- cresía de aquellas formaciones que se llenan la boca dando clases de democracia, mientras por la noche los cuerpos policiales bajo su mando practican la violencia y la coacción» valora en una nota, en la que se solidariza con los afectados y exige a los responsables de la Ertzaintza y de la Policía Municipal que aclaren lo sucedido y tomen medidas «en aras a la desaparición y esclarecimiento de estas actitudes violentas y coaccionadoras».