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Zanjada la polémica entre Griezmann y la afición

Una reconciliación anunciada

El joven centrocampista francés reconoció que «todo el partido fue bonito para mí. El punto logrado, mi gol y, luego, los aplausos de la gente». El de Mâcon también señáló que «estamos haciendo un buen fútbol, intentamos jugar más y tenemos más ocasiones».

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Imanol CARRILLO

En el mundo del fútbol los enfados y las reconciliaciones entre jugadores y afición suelen estar a la orden del día. El último caso dentro de la Real Sociedad se ha dado entre Antoine Griezmann y los seguidores txuri urdines.

El joven jugador francés fue silbado por una parte de la grada en su estreno esta temporada con la camiseta blanquiazul en el encuentro amistoso disputado en Anoeta ante el Brest. La causa, la siguiente: los desacertados comentarios y rumores de querer marcharse al Atlético de Madrid. Pero el gol que marcó el de Mâcon el sábado pasado ante el todopoderoso Barça parece haber devuelto la normalidad.

Esa definitiva reconciliación se produjo exactamente en el minuto 60. Villa cedía el balón a su guardameta desde el centro del campo, Agirretxe aprovechaba el error para driblar a Valdés y disparar al larguero, con la suerte de que el rechace llegó a la cabeza de Griezmann para que marcase a placer el empate a dos. El galo no dudó en pedir perdón a todo el estadio y así hacer borrón y cuenta nueva.

«Lo he pensado antes del partido y he hecho ese gesto. Todo el partido fue bonito para mí. El punto logrado, mi gol y, luego, los aplausos de la gente», aseguraba ayer el propio jugador. Aunque tuvo que esperar algo más de la cuenta para poder realizar el gesto apaciguador. «Me pasó también contra Ecuador, en el Mundial. Tenía la duda y luego al final vi que el árbitro decía que era gol», explicó.

A pesar de anotar el definitivo empate en el marcador, Griezmann dio a Imanol Agirretxe todo el mérito del gol. «Es casi todo por él. Yo he hecho como Raúl, seguir y a ver si el balón llegaba a mí, y sólo me quedaba meter», reconoció el francés.

Pero no sólo en ese aspecto se pueden encontrar similitudes entre el galo y el actual jugador del Schalke 04. Ambos son zurdos de pierna, atesoran una calidad envidiable y son precoces a la hora de debutar. Raúl jugó su primer partido oficial con el primer equipo del Real Madrid a los 17 años y Griezmann lo hizo a los 19, en Copa ante el Rayo.

El jugador madrileño siempre se ha mostrado como un profesional en los entrenamientos y en los partidos. Y Griezmann también reconoció que ante el Barcelona «quería ser titular y por eso lo di todo durante la semana». No jugó en su posición habitual, pero se mostró contento: «Me extrañó, porque aquí no suelo jugar en la derecha, pero en la selección sí que he jugador por la derecha o en el centro. A mí me gusta más porque cuando entro tengo más posibilidades de pasar o de tirar».

«Un grupo con mucha calidad»

El de Mâcon ve una plantilla más compensada que la del año pasado: «Este año hay un buen banco. Hay buenos jugadores, somos un grupo con mucha calidad y seguro que los suplentes pueden hacer las cosas muy bien». También aprecia sensaciones diferentes respecto al comienzo de la pasada temporada: «Estamos haciendo un buen fútbol, menos contra el Barça porque no teníamos mucho el balón, e intentamos jugar más y tenemos más ocasiones».

Markel, con «buenas sensaciones» y «mínimas molestias»

Markel Bergara aseguró ayer que «ahora mismo mis sensaciones son buenas, la molestia es ya mínima y ahora estamos en una fase más física. Esta semana voy a entrar poco a poco en el grupo. Quiero introducirme sin grandes exigencias y espero que en la siguiente semana pueda entrenar con normalidad».

El centrocampista se está recuperando de «una fractura o una fisura de estrés», un nombre que le parece «cómico, porque vienes de un verano en el que has estado tumbado en la playa y vienes y tienes una fractura de estrés...». Pero reconoció que ha pasado malos momentos: «He pasado días en los que a veces me encontraba bien, a veces me encontraba mal, y eso hace que te comas la cabeza más de la cuenta».

Respecto a la temporada, indicó que el equipo ha tenido un «muy buen arranque», pero «está claro que ahora vienen los partidos más difíciles porque todo parece que va encarrilado, y seguro que vendrán momentos malos y hay que estar ahí», sentenció.

Bergara también se refirió al debut de McDonald Mariga: «Fue un partido difícil. Está claro que es el debut y hay que darle confianza. Es muy fuerte y tiene unas condiciones técnicas muy buenas, sólo que hay que darle tiempo, hay que saberle adaptar y ya se verá».

Respecto al técnico Philippe Montanier, recalcó que «tiene las ideas muy claras. Sabe diferenciar muy bien cuándo hay que tener el balón y contra qué rivales se intentará tener el balón y contra qué rivales hay que hacer lo contrario. Todos nos sentimos como que estamos yendo en la misma dirección, y eso es positivo». I. CARRILLO

El Sevilla jugará sus partidos como si fuesen finales

El Sevilla, próximo rival de la Real, realizó ayer su tradicional ofrenda floral a la Vírgen de los Reyes. El presidente de la entidad andaluza, José María del Nido, pidió a sus jugadores que afronten cada partido como si fuese una final. De hecho, el Sevilla sólo competirá en Liga y Copa al quedar fuera de la Europa League. Por su parte, el defensa galo Escudé cree que ante el Villarreal su equipo defendió «demasiado. Mejor hubiera sido ir más hacia arriba, presionando a los mediocentros, pero son cosas que hay que decidir y hablar».

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