Iniciativas por los derechos de los presos
El Acuerdo de Gernika lleva a Madrid su exigencia de hablar con el EPPK
Los firmantes del Acuerdo de Gernika llevaron ayer a Madrid su exigencia de reconocimiento del EPPK (Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas) como un interlocutor con el que poder hablar y que participe del proceso de resolución. También recordaron las peticiones sobre el respeto de sus derechos. Tras intentar infructuosamente mantener un encuentro con la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ofrecieron una rueda de prensa.
GARA | GASTEIZ
Una veintena de representantes de los agentes que suscribieron el Acuerdo de Gernika acudieron ayer por la mañana a la sede de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, donde han solicitaron reunirse con Mercedes Gallizo. Ante la negativa recibida, registraron una petición para mantener un encuentro con la máxima responsable del organismo.
Desde allí se trasladaron a un hotel, donde denunciaron ante los medios de comunicación que llevan desde febrero intentando concertar una cita con Gallizo, pero ésta ni siquiera les ha respondido. Por ello, habían decidido acudir directamente a Madrid a solicitar la reunión y a exponer su postura y reivindicaciones en materia penitenciaria. Según agencias de prensa, Instituciones Penitenciarias negó haber recibido ninguna petición formal de reunión por parte de los firmantes del Acuerdo.
La veintena de personas trasladadas a Madrid informaron de que, junto a la petición de reunión con Mercedes Gallizo, también registraron otro documento en el que se recogen una serie de reclamaciones en torno a la situación de las presas y presos políticos vascos y le reclaman un cambio en la política penitenciaria. Los firmantes del Acuerdo de Gernika realizaron una doble denuncia sobre la política penitenciaria que aplica el Gobierno español. Por un lado, rechazaron la conculcación de derechos y de la propia legalidad a la que se ven sometidos los presos políticos vascos y exigieron la adopción de medidas para corregir esta situación. Pero también reivindicaron el papel del EPPK como interlocutor y agente activo en el proceso de normalización y resolución del conflicto.
Política «contraproducente»
Maiorga Ramírez (EA), Tasio Erkizia, Miren Legorburu (izquierda abertzale), Oskar Matute (Alternatiba), Jabi Garnika (LAB) y Ane Ituño (TAT) son algunos de los representantes del Acuerdo que integraban la delegación.
«Salir de la cerrazón»
Durante la rueda de prensa, los firmantes del Acuerdo de Gernika señalaron que, a su entender, «es totalmente necesario y urgente la aplicación de una serie de medidas como primer paso a un camino que conduzca a la total ausencia de presos y exiliados políticos en el necesario marco de la resolución democrática». Y añadieron que el Gobierno español debería adoptarlas «sin exigencia, condición ni contrapartida alguna».
Entre estas peticiones se encuentran el traslado de presos y presas a Euskal Herria y el fin de la dispersión, la libertad de los que padecen enfermedades graves, la derogación de la doctrina que «impone la cadena perpetua», la concesión de libertades condicionales y la aplicación «sin restricción ni arbitrariedades de todos los beneficios penitenciarios».
Los integrantes del Acuerdo de Gernika sostuvieron que «es imprescindible que el Estado dé pasos en esa dirección, que salga de su cerrazón y no frustre el camino emprendido por la sociedad vasca».
1
Traslado de los y las presas políticas vascas a Euskal Herria, dando fin a la política de dispersión y posibilitando, mediante su reagrupamiento, su participación en el proceso abierto.
2
Liberación de presos y presas con enfermedades graves.
3
Concesión de libertades condicionales.
4
Aplicación sin restricciones ni arbitrariedades de todos los beneficios penitenciarios legalmente establecidos.
5
Derogación de la legislación que impone la cadena perpetua y, más concretamente, de la doctrina que condena a perpetuidad a aquellas personas que deberían haber sido puestas en libertad.
El Movimiento por los derechos civiles Eleak anunció ayer su adhesión a la manifestación convocada por la iniciativa Egin Dezagun Bidea para este sábado en Donostia, con el lema «Eskubide guztiekin, euskal presoak Euskal Herrira».
La convocatoria cuenta con el apoyo de actores y hombres y mujeres del mundo del cine y del teatro y coincide con la celebración del Zinemaldia en la capital guipuzcoana. En la web «irailak17manifestazionazionala.blogspot.com» pueden encontrarse no sólo las razones de la marcha, sino también diversos vídeos en los que se recogen conocidas escenas de película cuyo doblaje ha sido adecuado como llamamiento a la manifestación.
El movimiento por los derechos civiles Eleak comunicó ayer que, además de apoyar la convocatoria, «aplaude ésta y cualquier otra iniciativa orientada a activar las energías latentes en nuestra sociedad».
La manifestación partirá del túnel del Antiguo a las 17.30 y los convocantes hicieron explícito que la convocatoria pretende aprovechar la coincidencia del Festival Internacional de Cine de Donostia para dar una «mayor trascendencia internacional» a sus reivindicaciones. GARA
Los firmantes del Acuerdo de Gernika también quisieron denunciar la reciente orden distribuida por Instituciones Penitenciaras a las cárceles para endurecer en control sobre los presos.
Maider Karrere y Jabi Garnika se refirieron a la «circular firmada por el director de Coordinación Territorial y Medio Abierto de Prisiones, Virgilio Valero, mano derecha de la secretaria general Mercedes Gallizo, en la que se detallan una serie de medidas destinadas a obstaculizar cualquier posible debate y participación de dicho colectivo en el nuevo escenario abierto en Euskal Herria».
Entre estas medidas detallaron los «registros y cambios de celda constantes, control férreo de las comunicaciones e incluso recuentos nocturnos cada dos horas impidiéndoles de este modo el sueño»
Los firmantes del Acuerdo de Gernika se referían a la instrucción 12/2011 de 29 de julio, en el que se da cuenta del funcionamiento del «fichero de internos de especial seguimiento» y se «amplía el catálogo de medidas de seguridad interior» dentro de las cárceles.
En la instrucción se especifican las medidas a adoptar ante el «colectivo FIES-3 BA (Bandas Armadas)» en el que estarían encuadrados todos los miembros del Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas. Instituciones Penitenciaras ordena una «permanente observación y control» de todas sus actividades, lo que incluye sus relaciones con funcionarios, otros presos, su «capacidad de liderazgo» y hasta la investigación del origen de aportaciones de sus cuentas de peculio.
Se especifica que se les cambiará de celda cada dos meses, cuidando que no haya dos miembros del colectivo en una misma celda ni en celdas contiguas. La instrucción también organiza «rondas nocturnas» al menos cada dos horas y, aunque en principio debiera limitarse al exterior de las celdas, «excepcionalmente» podría incluir su apertura y «observación directa de su interior».
También se restringen las salidas médicas y se «procurará» que los presos «no conozcan la fecha fijada para la misma, hasta el momento de procederse a ella».
En la circular de Instituciones Penitenciarias se recoge que una forma de burlar la intervención de las comunicaciones es el uso de papeles pegados en los cristales de la cabina durante las visitas. Por ello ordena el cacheo de los presos y su absoluto control para impedir que pueda llevar cualquier soporte en el que escribir y cualquier cosa para escribir.
Muchas de estas actuaciones y otras en el mismo sentido que no se recogen en este escrito, ya se venían realizando con anterioridad, pero la instrucción firmada por Virgilio Valero les ofrece un soporte legal y reglamentario que hasta la fecha no tenían. I.I.
