GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

política de peajes en carreteras vascas

El boicot a la supersur augura un futuro incierto

La apertura al tráfico de la Variante Sur Metropolitana no ha hecho sino acrecentar los argumentos de aquellos que pusieron en cuestión su construcción. Los peajes establecidos por la Diputación vizcaina son calificados por los transportistas como «abusivos» y, por ende, su respuesta será no utilizar esta vía de pago, poniendo así en cuestión la viabilidad económica del proyecto.

Agustín GOIKOETXEA

Tras cuatro jornadas abierta al tráfico, a partir de hoy, a las 6.00, comienza a cobrarse peaje en el primer tramo de la Variante Sur Metropolitana (AP-8), de Larraskitu, en Bilbo, a Gallarta, en Abanto. Si los responsables de la Diputación de Bizkaia pretendieron con el retraso en su apertura -aduciendo una consulta a la UE sobre la política tarifaria- una baza mediática, han logrado todo lo contrario, ya que en vez de reforzarse las supuestas bondades de la infraestructura en la que se han invertido cerca de 900 millones de euros, ha quedado al descubierto su talón de Aquiles: para amortizar la inversión es necesario que se use y los principales destinatarios, los transportista, han advertido de que no la utilizarán por considerar «abusivos» sus peajes.

Ayer mismo, mientras la diputada foral de Obras Públicas y Transportes, la jeltzale Itziar Garamendi, defendía que las tarifas establecidas constituyen «un peaje asequible que no tiene afán recaudatorio», la patronal del transporte y dos asociaciones de profesionales autónomos -Sintrabi y EGAS- informaban de que han instado a sus afiliados, «la inmensa mayoría del sector», a que utilicen el corredor del Txorierri como alternativa a la Supersur. Hiru también ha advertido de que los trabajadores del transportes evitarán la circulación por la AP-8.

Representantes del transporte y Garamendi se han citado el próximo lunes para tratar de buscar un acuerdo, aunque los afectados -hay 8.000 camioneros censados en Bizkaia- anunciaron ayer que, en caso de que no lleguen a acercar posturas, convocarán paros puntuales. Se quejan de que los 2,81 euros por recorrer un camión el tramo Larraskitu-Kadagua o los 6,74 de Larraskitu a Gallarta suponen un coste cercano a un euro por kilómetro, cuando en otras autopistas es de 15 ó 20 céntimos por kilómetro.

«Es una doble imposición, porque los transportistas -apuntó Amaia Martínez, secretaria técnica de Sintrabi- ya pagamos por algo que ya contempla nuestra fiscalidad específica», en relación al efecto de la circulación de vehículos pesados por los viales. Por contra, un turismo, que paga 43 céntimos en el tramo Larraskitu-Kadagua un día laborable y 1,08 euros de Larraskitu a Gallarta, se beneficia de descuentos del 50% el fin de semana -22 y 55 céntimos, respectivamente-. Para los transportistas no hay rebaja, tan sólo podrán transitar gratuitamente desde la medianoche hasta las 6.00, como el resto de los usuarios de la AP-8.

Las previsiones forales es que la Variante Sur Metropolitana atraiga a 14.300 turismos y 9.400 camiones a diario. Según esos mismos cálculos, un 25% de los vehículos que ahora transitan entre Larraskitu y el enlace del Kadagua optarán por la tercera gran infraestructura viaria de Bizkaia.

Política de carreteras en cuestión

El conflicto no ha hecho sino volver a poner en cuestión la política de carreteras de la Diputación, cuestionada en octubre de 2010 cuando tuvo que asumir el rescate anticipado de otra infraestructura emblemática, los túneles de Artxanda. Las arcas forales pasaban así a afrontar una abultada carga en época de crisis: 65,8 millones de euros en concepto de responsabilidad patrimonial por las obras, las instalaciones y los bienes. La institución que preside José Luis Bilbao accedió a los deseos de la empresa a la que se adjudicó en 1998 la construcción, conservación y explotación hasta 2048 de los túneles que conectan Bilbo con Txorierri.

Ayer, en el día previo al comienzo del cobro del peaje, todos los agentes implicados quisieron pronunciarse, no sólo los transportistas. La titular de Obras Públicas y Transportes compareció para hacer «un balance muy positivo» del periodo de pruebas de la Supersur, por la que circularon sábado, domingo y lunes 109.000 vehículos, de ellos 7.000 pesados. Fue precisamente a partir de la puesta en funcionamiento de la variante cuando entró en vigor la limitación del tráfico de vehículos pesados -de más de 3,5 toneladas, cuando Interior lo fija en 7 toneladas, lo que ha sido criticado por los camioneros- y mercancías peligrosas en el área urbana de Bilbo, entre el enlace de la A-8 en el corredor del Kadagua y el enlace de Larraskitu; es decir, a la altura de los barrios de Basurto, Errekalde, Zorrotza, Lezeaga y Bentazarra.

Esta limitación no es de aplicación para los vehículos pesados que han de entrar o salir de la capital a través de los actuales accesos de Sabino Arana, Zabalburu o Miribilla. Esta orden fue remitida a Lakua, ya que es la Policía autonómica la competente para sancionar las supuestas infracciones a esta normativa. El titular de Interior puntualizó el lunes que su departamento «regulará el tráfico en base a las disposiciones adoptadas» por la institución foral.

Garamendi insistió ayer en que «no se obliga a nadie a circular por la nueva variante», existiendo la opción de hacerlo en el tramo Larraskitu-Kadagua, o usar el corredor del Txorierri, «gratuito y que el año pasado vio aumentada su capacidad con un tercer carril por sentido». En contra de la opinión del propio consejero de Interior, Rodolfo Ares, que estimó que el problema del tráfico de camiones se va a trasladar a Txorierri, la diputada dijo que no creen que este vial de alta capacidad «vaya a colapsarse, porque existen alternativas» y hablar de congestión es aún prematuro, ya que habrá que analizar los aforos del nuevo vial.

No tiene la misma opinión Jon Mikel Abellanal, de EGAS, que califica de «abusiva, desproporcionada e inasumible» la tarifa de la AP-8, que puede acarrear a los transportistas un coste mensual de 800 euros, «una carga inasumible» en plena crisis económica. Además, desde la patronal representada en Asetravi acusan a los responsables forales de no haber demostrado «la más mínima sensibilidad», ya que no se han tenido en cuenta las aportaciones al borrador que la empresa foral Interbiak les transmitió a través de la Cámara de Comercio.

Empresarios y sindicatos han recomendado a los afectados que, a partir de hoy, circulen por el corredor del Txorierri, lo que aventuran que «generará más contaminación acústica y medioambiental», así como mayor densidad de tráfico y más posibilidades de que se produzcan accidentes que colapsen el anillo viario metropolitano de Bilbo.

Su propuesta es que la Supersur sea gratuita o que haya descuentos de entre el 50% y 80% por su uso continuo, ya que entienden que no deben ser ellos «penalizados» para sufragar el gasto que ha supuesto tan millonaria inversión.

El traslado del transporte pesado al corredor del Txorierri preocupa especialmente a los vecinos del valle. Desde Lezama Bizirik subrayan que, al prohibir la circulación de camiones por la A-8 en el área de Bilbo, «se deja en evidencia la mentira que ha justificado la construcción de la Supersur. Es el reconocimiento por parte de la Diputación de que la nueva infraestructura, no va a sacar per se camiones de la A-8, sino que los va a trasladar al corredor del Txorierri, carretera que sí podrán utilizar libremente y que, por otra parte, ya soporta un alto índice de incidencias», en alusión a accidentes y embotellamientos.

Para este colectivo, es «inadmisible» que la AP-8 vaya a agudizar los problemas en un vial que soporta a diario casi 60.000 vehículos, de ellos un 9% pesados. «La Diputación sigue adornando la postal en el entorno bilbaino de la Ría y llevaba los despojos y la contaminación a sus `patios traseros', una política que necesita de una rectificación urgente». Y solicita a los ayuntamientos de Txorierri que «salgan en defensa de la calidad de vida de sus vecinos», que se rebaje el peaje y se anule la prohibición a los camiones por el tramo bilbaino de la A-8.

De lo que aún no hay noticias es de la fecha de inicio de la segunda fase de la Supersur, que partiría de Larraskitu para acceder a través de túneles hasta Beteluri, donde existiría una conexión con la AP-68.

La Diputación de Gipuzkoa confirma que Etxegarate seguirá sin peaje de la mano de Bildu

La diputada de Infraestructuras Viarias y Movilidad de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, junto a otros representantes forales, se reunieron el lunes con portavoces del sindicato de transportistas autónomos Hiru, a quienes transmitió el compromiso del actual gobierno de Bildu de no establecer peaje en Etxegarate. La coalición soberanista de izquierdas cumple así con una de sus promesas electorales, la oposición a instalar nuevos peajes en este territorio.

Tras analizar la situación financiera y la deuda de Bidegi, el Gobierno foral se ha ratificado en su compromiso electoral. «Para hacer frente a la deuda contraída por Bidegi, el anterior Gobierno de la Diputación contaba con los ingresos previstos por los peajes de la AP-8, la AP-1 y Deskarga, pero no así con los de Etxegarate, y por tanto Bildu y la Diputación mantienen el compromiso de no establecer un peaje en Etxegarate», explicaron en un comunicado.

La Diputación estima que podrá disponer de la «mayoría suficiente» en las Juntas Generales de Gipuzkoa para paralizar el proyecto de implantación del canon en Etxegarate. Aralar saludó esta decisión. A.G.

800

euros es el coste mensual, según cálculos de los transportistas, que supone abonar la tarifa establecida para los camiones por la Diputación de Bizkaia.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo